Lima. Cientos de militares retirados, algunos con sables, se manifestaron ayer en una plaza de Lima para externar su rechazo a un supuesto “fraude” en la elección presidencial en Perú, en sintonía con las denuncias de la candidata derechista Keiko Fujimori.
Aunque el gobierno interino centrista y los observadores de la Organización de Estados Americanos han asegurado que las elecciones fueron limpias, la derechista Keiko Fujimori y sus partidarios insisten en que hubo fraude en favor del izquierdista Pedro Castillo, quien resultó ganador en el escrutinio final, aunque falta que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) resuelva las impugnaciones antes de proclamar al vencedor.
El portavoz del Departamento de Estado estadunidense, Ned Price, declaró que los comicios de Perú fueron justos y un modelo de democracia en la región. “Apoyamos la decisión de otorgar tiempo a las autoridades electorales para procesar y publicar los resultados de acuerdo con la ley local”, señaló.
“Nosotros queremos la verdad, queremos que el jurado revise todas las impugnaciones”, sostuvo Fernando Ordóñez, general retirado de la fuerza aérea, en el mitin realizado en el Óvalo Quiñónez, de Lima, donde se veían muchas pancartas contra el comunismo.
La hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori comenzó a denunciar fraude cuando Castillo la superó en el lento escrutinio, sin aportar pruebas contundentes.
“No queremos golpe de Estado, deseamos democracia, y eso es lo que no se da actualmente” en Perú, declaró a la agencia de noticias Afp un comandante retirado de la fuerza aérea, que pidió no revelar su nombre.
Esta inusual manifestación fue convocada en las redes sociales después de que el presidente interino, Francisco Sagasti, condenó los llamados de oficiales jubilados a los jefes de las fuerzas armadas para impedir que Castillo sea proclamado vencedor de la elección, lo que fue interpretado por sectores de la derecha como un velado apoyo al candidato izquierdista, un maestro rural de Cajamarca.
Los manifestantes, entre los que había también personas ajenas al mundo militar, corearon “comunismo nunca más” y otras consignas en defensa de sus votos.
Mientras Perú sigue en vilo a la espera de conocer al ganador de la presidencia y los mercados reflejan la incertidumbre política, la jefa de gabinete, Violeta Bermúdez, reiteró ayer que los comicios fueron limpios y que “no hay ningún indicio” de fraude.
Destacó que eso es lo que han dicho los observadores de la OEA “que han supervisado las elecciones y aseguran que se han realizado con normalidad”.
El escrutinio de todas las mesas de sufragio culminó hace una semana y dio 50.1 por ciento a Castillo, con 44 mil votos de ventaja sobre Fujimori, quien obtuvo 49.8 por ciento.