Los recursos para atender a quienes no tienen acceso a servicios médicos en México siguen rebasados por el crecimiento de la población, tanto que en dos años, en el tránsito del Seguro Popular al Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), el gasto per cápita para cubrir este objetivo se desplomó 20.3 por ciento.
“El presupuesto del Insabi no es congruente con el objetivo de cubrir a toda la población sin seguridad social”, expuso Judith Méndez, investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). El gasto per cápita para atender a esta población pasó de 3 mil 656 pesos en 2019 a 2 mil 911 pesos en 2021.
Si bien el presupuesto destinado al Insabi es 4.5 por ciento mayor, en términos reales, a lo ejercido por el Seguro Popular en 2019, la población objetivo en 2021 –que abarca a quienes no cuentan con IMSS, Issste o Pemex– es de 68 millones 100 mil personas, 26.8 por ciento mayor que hace dos años, según datos del CIEP.
Méndez enfatizó que el financiamiento del nuevo instituto evidencia un presupuesto desvinculado al número de personas afiliadas y “sigue sin considerar las variables demográficas y epidemiológicas del país”. A ello se suman las brechas entre los subsistemas, que “exacerban la desigualdad en el acceso a los servicios de salud”.
Pemex amplía recursos
Por ejemplo, en Pemex el gasto per cápita para servicios de salud creció 24.7 por ciento nominal de 2016 a 2021. A la fecha es de 29 mil 803 pesos, 10.2 veces que lo destinado a cubrir a un usuario del Insabi, que concentra parte de la población excluida de otros sistemas de salud.
Además de la caída en el gasto por usuario, Méndez expuso que entre 2018 y 2021 se redujeron en 26.9 por ciento los recursos destinados a atender enfermedades crónicas. “Tal caída sería equivalente a la atención de 3 mil casos de cáncer de mama, 6 mil 200 casos de cuidados intensivos neonatales y más de 15 mil casos de VIH”, detalló. En parte se debe al cerco de la pandemia de Covid-19 sobre un gasto de salud que de entrada se consideraba de los más bajos a nivel mundial.
El Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), que financia enfermedades de alta especialidad de la población sin seguridad social, recibió en 2020, 47 mil 933 millones de pesos del Insabi. Sin embargo, al primer trimestre de 2021, tenía un saldo similar a los niveles de 2016 y también cayó 36.9 por ciento respecto al cierre de 2020.