El director del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, Víctor Bourguett, advirtió que en el futuro se requerirá “importar más agua para la Ciudad de México”, por lo que se debe entender que la cuenca del Cutzamala se tiene que compartir para abastecer a cerca de 30 millones de habitantes.
Indicó que se debe invertir para dejar de emitir aguas residuales, pues extraer el líquido tiene un costo ambiental que tarde o temprano se tiene que enfrentar.
Dijo que se tiene que aprender a darle valor al agua y cuidar la región que abastece a esta cuenca, que significa compartir y tener en cuenta que tanto la gente que vive en la parte alta como en la baja tiene derecho humano al agua y a la alimentación.
El servidor público acudió al Museo de Historia Natural, donde se montó la exposición itinerante Valoremos el agua y se presentó el libro La cuenca del valle de México, herramientas con las que se busca hacer conciencia sobre cómo se obtiene el líquido y hacia dónde va, desde la infancia.
El coordinador general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Rafael Carmona, señaló que es fundamental proporcionar un servicio de abastecimiento y saneamiento de agua con calidad, así como promover el uso eficiente del agua y su conservación en todas las fases del ciclo hidrológico.
Promover hábitos y valores
Con ese objetivo, añadió, se busca promover en la población los conocimientos, hábitos y valores favorables con el cuidado y preservación de los recursos hídricos, por lo que en colaboración con la Comisión Nacional del Agua se elaboró este material con información descriptiva del agua, desde el estado molecular hasta la perspectiva de toda la cuenca.
A su vez, la secretaria de Medio Ambiente local, Marina Robles, destacó que este libro, del cual se imprimieron 16 mil ejemplares, que serán repartidos en centros escolares y comunitarios, permite hacer un planteamiento de los retos que se están viviendo y los que seguirán si no se hacen ajustes de cómo se está usando el agua.
Comentó que no se trata de una problemática exclusiva de la ciudad, sino en todo el mundo, que tiene que ver con la forma en que se ha visto el agua como un recursos renovable, como si fuera infinita, y que se pensó que se podía usar o mal usar de cualquiera manera.
Apuntó que desde el gobierno capitalino se está buscando un nuevo rumbo para la gestión del agua, que, entre otros proyectos, contempla la recuperación de los cauces que cruzan la ciudad para que vuelvan a ser ríos sanos, y la conservación de los bosques, que es donde nace el ciclo del agua.