Fernando Arellano Romero, señalado como lugarteniente de Joaquín El Chapo Guzmán, fue extraditado a Estados Unidos, para enfrentar cargos por los delitos de asociación delictuosa, contra la salud, secuestro, homicidio, posesión de armas y lavado de dinero, ante una Corte Federal de Texas.
Es uno de los criminales más buscados, según la Agencia de Control de Drogas de Estados Unidos, la cual incluyó a Fernando y a su hermano Luis (extraditado en 2019) en la investigación con la cual se sentenció a El Chapo Guzmán a cadena perpetua en una corte federal de Nueva York. Fernando Arellano peleó, desde su aprehensión en 2012, en todos los circuitos jurídicos para no ser extraditado, pero en abril se desistió.