Ciudad de México. La Lotería Nacional (Lotenal) celebra los 70 años de vida del fotógrafo Rogelio Cuéllar (Ciudad de México, 1950) dedicándole el billete de su sorteo especial 245 del 30 de junio. El autor recibió la noticia tan activo como siempre, preparando proyectos editoriales y clasificando su inagotable archivo.
Su hija y su compañera, la editora María Luisa Passarge, lo sorprendieron este sábado al pedirle que fueran a un puesto expendedor en avenida Insurgentes a comprar un boleto de lotería cualquiera. Al llegar al lugar, la vendedora de cachitos de inmediato lo reconoció y le dijo: “Usted es el que sale en el billete; qué honor, dedíqueme uno, pues los colecciono; ese es mi premio”.
Rogelio reconoce que lloró de la emoción ante la actitud de la señora Sonia, dueña del expendio de lotería desde hace años, “pues lo primero que vi fue el billete dedicado al centenario del fallecimiento de Ramón López Velarde y ahí junto el que tiene mi foto, y dije: ‘Ah, caray, soy yo’”.
“Tener proyectos, el mejor regalo”
Hace un año la Lotería Nacional ya tenía planeado festejar el aniversario 70 del fotógrafo, que se cumplió en 2020, pero se pospuso debido a la pandemia de Covid-19. La imagen que aparece en el billete fue tomada por Passarge.
Sobre todo, dijo el fotógrafo en entrevista con La Jornada, se trata de un reconocimiento al oficio que descubrió cuando tenía 17 años y que representa para él “un trabajo infinito. La madurez da la certeza de que hay que concretar muchos proyectos, por eso trabajo en publicar el libro El rostro de la plástica, que se sumará a El rostro de las letras, que hice en 2014.
“Tengo fotografías de más de 500 artistas plásticos, no son todos los que quisiera, tengo grandes huecos; por ejemplo, me faltó fotografiar a Rafael Coronel o a Rodolfo Nieto, y todavía estoy trabajando otros que no he retratado, porque no me quedo con una sola foto, eso es lo importante, los vuelvo a buscar, voy a sus estudios, para continuar la crónica.
“También, por mis 70 años, María Luisa tiene mucho interés en publicar otro libro sobre mis retratos urbanorrurales, que no se conocen mucho. El libro que me diseñó Vicente Rojo, Huellas de una presencia, es de 1982, de hace 40 años. Entonces, hay mucho trabajo por hacer: armar exposición, libros; ese es el mejor festejo de cumpleaños: tener proyectos cotidianamente.”
El fotógrafo cursó el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria 5 de la Universidad Nacional Autónoma de México. Por las tardes trabajaba de ayudante de dibujo publicitario en Litográfica Rojas, donde un día el jefe de fotomecánica, José Rosales Trevilla, “vio mi interés por la foto; me llevó a Foto Regis y me compró en abonos una cámara Pentax, ¡fue un parteaguas!
“Era 1967; ahí comencé a ser un fotógrafo pata de perro, como bien decía mi colega Héctor García con esa preciosa frase. La escritora María Luisa La China Mendoza nos decía ‘ojos de papel volando’. Me ubico como un fotógrafo urbano, rural, callejero, en cuya obra el elemento humano es importante, pero siempre dentro del contexto.”
Además de sus retratos a escritores y artistas, la Ciudad de México y sus habitantes son otros de los grandes temas de la lente de Rogelio Cuéllar. En el año 2000 presentó en el Museo de la Ciudad de México una selección de 100 imágenes sobre ese rubro, algunas de ellas las primeras que captó cuando era adolescente.
“Me sigo sorprendiendo”
“Conservo las imágenes que tomé a los 17 años, con las cuales vamos a hacer un hermoso libro María Luisa y yo. Desde entonces, desde mis primeras fotos, cada día trato de ser un fotógrafo; es decir, cuando revelo mis rollos, paso del revelador al fijador y estoy en la cocina abriendo el tanque de revelado, sigo diciendo: ‘¡Sí me salió la foto, sí la revelé bien!’; me sigo sorprendiendo.
“Eso me sucede con el proceso analógico, pues con lo digital me asusto. Antes grababa en devedé, en cedé, pero ya no existe eso para mí, es un sufrimiento.”
Hace cuatro años, cuando preparó el libro dedicado a los escritores, se digitalizaron 10 mil negativos del archivo de Rogelio, “sólo de 250 escritores, pues tengo más del doble. En total, de ellos son 80 mil negativos; de artistas plásticos debo tener el doble de negativos, porque paso más tiempo con ellos en sus estudios, hay más seguimiento cotidiano.
“Todos los días estoy archivando y nombrando el material, aunque me cuesta recordar las fechas. Quiero que mi archivo se quede en México y siempre esté vivo, porque tengo la certeza de que es una valiosa memoria gráfica histórica. Para mí, ha sido un gran privilegio conocer y fotografiar a todos estos personajes, algunos han sido, y son, grandes amigos, parte de mi familia, mis queridos hermanitos”, concluyó el autor.
El próximo jueves, la Lotería Nacional realizará el acto oficial de presentación del billete dedicado a Rogelio Cuéllar en su sede ubicada en el edificio Moro, Paseo de la Reforma 1, colonia Tabacalera.