El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, encabezó la ordenación episcopal de Fermín Sosa Rodríguez, designado por el papa Francisco nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea, primer mexicano con ese cargo.
A la ceremonia, realizada en la explanada del santuario de Nuestra señora inmaculada Concepción, en Izamal, Yucatán, asistieron ayer autoridades religiosas y civiles. Entre los invitados estaban el gobernador de la entidad, Mauricio Vila Dosal, el nuncio apostólico en México, Franco Coppola; el arzobispo emérito de aquel estado, Carlos Berlie Belaunzarán, y el arzobispo de Yucatán, Gustavo Rodríguez Vega.
“Somos testigos de un hecho histórico para Yucatán y para México”, declaró Rodríguez Vega, pues Sosa Rodríguez se convirtió en el primer sacerdote yucateco en recibir dicho nombramiento.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) destacó que “con la bula papal se ordenó a monseñor Fermín Sosa como arzobispo (titular de la diócesis de Viruno) para desempeñar el oficio de nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea”.
En la ceremonia, Parolin destacó que ser nuncio no es sólo ser representante del Papa, sino que “es un servicio de comunión. Se te envía para favorecer e incrementar la comunión. No eres el portador de un mensaje tuyo, sino embajador de las enseñanzas del Papa” e instó a Sosa Rodríguez a tener siempre un “fuerte compromiso en favor de la paz” y llevar la palabra de la Guadalupana. En Papúa Nueva Guinea, explicó el cardenal, 30 por ciento de la población es católica y dicho país, ubicado en Asia y Oceanía, posee abundantes recursos y remarcó que debe haber colaboración entre autoridades civiles y comunidades religiosas.
Sosa Rodríguez agradeció al pontífice. La misa de consagración se leyó en lengua maya bajo las medidas sanitarias por la pandemia.