Al subrayar que “el rescate de la soberanía energética avanza a paso firme”, el gobierno federal dijo que aún con el impulso de energías limpias, en 2050 el consumo mundial será de 86 millones de barriles de petróleo al día, 14 millones más de la cifra actual.
En México, destacó, “a tan sólo tres años del rescate de la soberanía energética nacional, la historia ha puesto a cada quien en su lugar”.
Contrario a la tendencia privatizadora consolidada en la llamada reforma energética, el actual gobierno ha revertido la tendencia deficitaria de productos petroleros y reducir en más de 10 puntos el porcentaje de importaciones de gasolina y diésel, subrayó.
A través de un video divulgado en redes sociales, el gobierno explicó: “aunque hoy el mundo se esfuerza por echar a andar una transición energética hacia tecnologías limpias que disminuyan el sobrecalentamiento de la Tierra, experiencias recientes han demostrado que apostarlo todo a un solo método de generación de energía puede traducirse en una crisis de dimensiones catastróficas, como la que se experimentó en el norte del continente a principios de 2021”.
Se ha confirmado, añadió, que todas las economías del planeta, incluidas las que más han avanzado en la implementación de energías limpias, seguirán requiriendo de una capacidad de refinación de petróleo por arriba de 85 millones de barriles diarios, más allá de 2050.
Destacó que la política energética del gobierno federal “va por buen camino”; sin embargo, para alcanzar el abastecimiento de 100 por ciento de la demanda nacional de gasolina, está en marcha un plan que consiste en la construcción de la refinería Dos Bocas, la rehabilitación de otras seis y la reciente adquisición de la planta Deer Park, en Texas, con capacidad para procesar 340 mil barriles de gasolina diarios, así como otros combustibles.
Precisó que el banco Barclays llevó a cabo todo el análisis y valuación de esa operación financiera, otorgando a Pemex una opinión favorable para concretar el trato.
Quedan por resolver obstáculos heredados, por lo que la transformación no se detendrá hasta recuperar lo que por derecho le pertenece al pueblo de México, insistió.
“Adiós a la exportación del crudo a bajo costo que se extrae en México para luego importarlo como gasolina a un precio elevado. No más desmantelamiento de las empresas del Estado como Pemex y CFE; no más compras de chatarra ni contratos leoninos ni tratos con empresas fantasmas”, dijo.