Senadoras y diputadas de Morena exigieron que se aclare la muerte de la joven doctora Beatriz Hernández, presuntamente asesinada por policías municipales en el estado de Hidalgo, quienes la detuvieron con extrema violencia luego de un incidente de tráfico. El caso, dijeron, ha provocado gran indignación entre colectivos feministas y en la sociedad en general, y debe tener justicia.
Incluso, en la sesión del pasado miércoles la Comisión Permanente guardó un minuto de silencio por Beatriz Hernández, quien el 9 de junio falleció en las galeras de la presidencia municipal de Progreso de Obregón, Hidalgo. Ayer, legisladoras de Morena insistieron en que se aclare el caso y se sancione de forma ejemplar a los responsables.
Las senadoras Ana Lilia Rivera y Martha Guerrero presentaron incluso un punto de acuerdo en la Comisión Permanente, en el que advierten que de acuerdo con datos del Inegi la violencia ejercida por policías en todo México, especialmente durante las detenciones, se ha vuelto práctica común.
De las 64 mil 150 personas que participaron en la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad, 75 por ciento afirmó haber sufrido algún tipo de violencia sicológica durante el arresto, como ser desvestido o asfixiado, dijeron.
Versiones de policías y familiares se contradicen
Hicieron notar que las investigaciones, tras la muerte de la doctora de 29 años, egresada del Instituto Politécnico Nacional, siguen abiertas, aunque familia y agentes de la policía dieron versiones que se contradicen con lo revelado por el gobierno local luego de las primeras pesquisas.
“Resulta alarmante que servidores públicos del municipio de Progreso de Obregón, adscritos como policías y administrativos, se encuentren detenidos por su probable participación en la muerte de la doctora Hernández”, resaltaron e insistieron en que la Permanente solicite al gobierno estatal un informe de las investigaciones sobre el homicidio. Asimismo, urgieron a la Fiscalía estatal a no dejar impune ese crimen.
La diputada María del Carmen Almeida señaló que, tras un accidente vial, Hernández fue remitida “con lujo de violencia” a la galera de la presidencia municipal de Progreso de Obregón en el estado de Hidalgo, sin que esa corporación justificara a su familia el motivo del traslado. Señaló que a su padre se le permitió verla y ella le pidió que la sacara de ahí, porque la habían golpeado. “Cuando el señor regresó, 15 minutos después de hacer los trámites, la encontró muerta”.