Buenos Aires. La organización Tupac Amaru, de la provincia de Jujuy, anunció que instalará numerosas carpas y acampará en la histórica Plaza de Mayo, junto a otros movimientos políticos, sociales y de derechos humanos, para exigir la libertad de su lideresa Milagro Sala, detenida en enero de 2016 por orden del gobernador Gerardo Morales, de la alianza derechista Cambiemos, que maneja abiertamente la justicia en esa provincia del noroeste, donde habitan comunidades de pueblos originarios.

Esta semana, el Tribunal Oral Federal jujeño condenó de nuevo a Sala por un escrache (denuncia pública) en 2009, cuando Morales era senador de la Unión Cívica Radical (ahora Cambiemos) y a quien un grupo de desempleados le arrojó huevos. Sala en ningún momento participó en la movilización y ni siquiera estuvo en el lugar.

Es un nuevo abuso de Morales, después de que incluso la Organización de Naciones Unidas intervino ante la ilegal detención de la dirigente y algunos compañeros suyos, quienes sufrieron maltratos en una cárcel de alta seguridad.

Morales, en tanto, destruyó parte de los barrios construidos por la Tupac Amaru, donde había escuelas y centros de salud para miles de jujeños, quienes nunca tuvieron vivienda y menos aún protección social.

Milagro Sala denunció que “en Jujuy siguen persiguiendo a los opositores para tapar la corrupción, que es muy grande en la provincia. Siento indignación porque no hay nadie que pueda parar la locura de Gerardo Morales”.

Entrevistada por el reconocido periodista Víctor Hugo Morales, Sala consideró que el gobernador está actuando en medio de la campaña política hacia las próximas elecciones legislativas en Jujuy.

“No tiene nada qué mostrar en su gestión: no ha inaugurado obras, los hospitales no tienen insumos y han fallecido docentes por las clases presenciales. En Jujuy, el avance del coronavirus fue muy fuerte”, señaló la dirigente, quien recordó que la mayoría de los jujeños siguen siendo víctimas del espionaje ilegal, y pidió al gobierno de Alberto Fernández que “haga algo” ante esta situación.

“Acá nosotros seguimos sufriendo la persecución judicial”. Sala agregó que en la última acusación, “el testigo que declaró en mi contra terminó con una camioneta 4x4, un millón de pesos y como funcionario de Morales. Los que no quieren atestiguar contra mí terminan presos”.

El tribunal de Jujuy agregó a los presuntos delitos de Sala el de “amenazas” para resolver tres años y medio de prisión.

Los dirigentes de la Tupac Amaru recordaron que Sala fue llevada esposada y rodeada de policías fuertemente armados sin haber podido comunicarse con sus abogados para procesarla por una causa caída en 2017.