Julio César Chávez se despidió por segunda ocasión del boxeo. Esta vez de los combates de exhibición donde enfrentó al hijo de uno de sus rivales legendarios, Héctor Macho Camacho en el estadio Jalisco. Se fue, pero con cierta amargura, pues sus dos hijos, el Junior y Omar fueron derrotados.
La parte más agria fue para quien replica el nombre de la leyenda, Julio César, quien volvió a fracasar. Ahora ante un peleador de 46 años, ex campeón de artes marciales mixtas, Anderson Silva. El brasileño ni siquiera es boxeador, pero exhibió al hijo mayor de Chávez y lo venció por decisión dividida.
El estadio Jalisco se partió en lealtades. Los aplausos y abucheos se contrastaron en equilibrio para Omar Chávez y Ramón Inocente Álvarez, en la tercera pelea que extiende la rivalidad de sus hermanos más célebres: el Junior y El Canelo.
Inocente ganó la pelea por decisión unánime a Omar, quien peleó gran parte del combate con un tajo escalofriante en la ceja derecha.
Además, en la función, el sobrino de El Canelo, Johan Álvarez, debutó a los 17 años con nocaut en el primer asalto contra Érick Hernández. El joven expresó con la emoción de un niño que gana una competencia: “Sentí mucha adrenalina. Quería que se parara para darle otro golpe. Afortunadamente mi rival está bien”, dijo.
En Houston, el mexicano Juan Macías Montiel dio una muestra de corazón y coraje para resistir hasta el final ante el campeón Jermall Charlo, quien retuvo su cetro mediano del Consejo Mundial de Boxeo. Durante un episodio, el paisano combatió prácticamente noqueado, pero se sobrepuso.
En El Paso, Texas, el tijuanense Jaime Munguía pasó la prueba sin mucha presión ante el polaco Kamil Szeremeta, a quien venció en seis episodios. El mexicano creció conforme avanzaban los asaltos, algo común en su carrera, pero siempre mantuvo el dominio hasta que fue abrumador a fuerza de poder.