Visitantes del Centro Histórico aprovecharon el último fin de semana con el verde en el semáforo epidemiológico, que este lunes pasará al amarillo, para realizar compras, caminar o festejar por adelantado con alguna comida el Día del Padre.
Restaurantes, taquerías, cervecerías, pastelerías, librerías, heladerías, tiendas de ropa y departamentales ubicadas en avenida Juárez, 5 de Mayo, 20 de Noviembre y 16 de Septiembre estuvieron muy concurridas la tarde de ayer, incluso por momentos los asistentes hacían fila para entrar y así respetar el aforo que indican las autoridades, pues a pesar de que el verde todavía está vigente, no se permite llenar locales a su máxima capacidad.
Sin embargo, en el corredor peatonal de la calle Madero, la sana distancia fue difícil de ver ante los cientos de familias, parejas y grupos de amigos que convivieron como en la vieja normalidad en la que el uso del cubrebocas fue relajado.
En la avenida Juárez y la zona de la Alameda Central, los espectáculos que realizaban artistas urbanos, payasitos, magos y acróbatas propiciaron las aglomeraciones, al igual que los puestos de comerciantes ambulantes que antes de la pandemia no estaban permitidos.
“Somos irresponsables”
El regreso al amarillo dividió las opiniones de algunos visitantes provenientes de diferentes alcaldías, así como de los estados de México, Hidalgo y Tamaulipas, entre otros.
Para Javier, residente de la colonia La Preciosa, en Azcapotzalco, quien acudió acompañado por cuatro familiares, volver a ese color es una llamada de atención para la población “porque todos somos irresponsables, somos necios; el cambio es nuestra culpa porque no estamos cooperando”.
Maribel Castillo, habitante de la colonia Anáhuac, en Miguel Hidalgo, dijo que “no sabemos estar encerrados, deberíamos quedarnos así hasta fin de año porque no todos están vacunados y esto no es un juego”.
Guillermo Alvarado, de Xalostoc, en Ecatepec, estado de México, coincidió en que el retroceso “es bueno porque estamos bajando la guardia y somos pocos los que estamos vacunados con las dos dosis”.
Jorge Berriel, procedente de Hidalgo, dijo que su visita fue por la necesidad de comprar ropa y bisutería para surtir su negocio, mientras Ángeles Rojas llegó con su familia de Tamaulipas para recorrer la Basílica y el Zócalo.
En contraste, algunos visitantes como Érik, de la alcaldía Álvaro Obregón, consideraron que “nunca existió el verde, en el semáforo, pues fue más un asunto político para que saliéramos a votar”; en tanto, Vanessa, quien vive en Iztapalapa y caminaba con sus amigos en busca de un regalo para su papá, coincidió en que “el Zócalo siempre ha estado lleno sin importar el color, el verde sólo fue por las votaciones”.