Managua. Humberto Belli, ex ministro de Educación y hermano de la laureada escritora nicaragüense Gioconda Belli, huyó de Nicaragua en medio de una ola de arrestos de opositores al gobierno y aspirantes a la presidencia, a cinco meses de las elecciones, informaron ayer sus familiares.
Las autoridades nicaragüenses dictaron el jueves orden de detención a Belli, quien no acudió a la Fiscalía que investiga a directivos de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), centro de pensamiento sobre la coyuntura socioeconómica.
“En otro país, mi hermano habría ido a la fiscalía a defender su inocencia, pero en éste, donde te condenan sin razón ni juicio, hizo bien en prevenir e irse del país”, explicó Gioconda Belli al responder un mensaje de solidaridad de la activista de derechos humanos Bianca Jagger.
Belli fue ministro de Educación durante el gobierno de la ex presidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997) y es férreo crítico del gobierno del socialista Daniel Ortega.
Según la fiscalía, se investiga a Funides y sus juntas directivas, por tener “indicios de que han atentado contra la sociedad nicaragüense y los derechos del pueblo (…) y por haber recibido recursos económicos financiados por fuentes extranjeras”.
Los arrestos a opositores comenzaron el 2 de junio con la detención de la aspirante presidencial Cristiana Chamorro –hija de la ex presidenta Barrios–, a quien acusan de lavado de activos.
También están detenidos el ex diplomático Arturo Cruz, el politólogo Félix Maradiaga y el economista Juan Sebastián Chamorro, primo de Cristiana.
Además de los precandidatos, están detenidos 12 opositores, entre ellos destacados miembros de la disidencia sandinista, líderes de la sociedad civil, empresarios y dos ex trabajadores de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que presidía Cristiana.
El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017, afirmó ayer que en su país existe una “injusticia dictatorial” e hizo un llamado “a la solidaridad internacional” con los opositores encarcelados en las últimas semanas por el gobierno de Daniel Ortega.
“La mano torpe de la injusticia dictatorial en Nicaragua está persiguiendo y tomando como rehenes a gente justa, mujeres y hombres dignos de todas las condiciones sociales y aterrorizando sus hogares”, escribió en su cuenta de Twitter Ramírez, ex vicepresidente durante el primer gobierno de Ortega (1985-1990) y disidente del gobernante Frente Sandinista.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos, apremió ayer al gobierno de Daniel Ortega a cesar “de inmediato” la represión de opositores y liberar a los detenidos, tras constatar una “grave” escalada contra dirigentes políticos y sociales.
Ortega, en el poder desde 2007, enfrenta desde abril de 2018 una crisis política detonada por protestas masivas que piden su salida. Estas manifestaciones dejaron 328 muertos, 2 mil heridos, mil 600 detenidos y más de 103 mil exiliados, según el Meseni, grupo especial de la CIDH para seguimiento de la situación en Nicaragua.