Ciudad de México. La Federación Mexicana de Futbol (FMF) fue sancionada por la FIFA con dos partidos a puerta cerrada como local y una multa de 60 mil francos suizos, equivalente a un millón 343 mil 883 pesos, debido al grito homofóbico que la afición tricolor sigue lanzando hacia los porteros rivales cuando despejan el balón.
“La Comisión Disciplinaria de la FIFA ha sancionado a la Federación Mexicana de Futbol con una multa de 60 mil francos y la imposición de jugar sus próximos dos encuentros oficiales como local a puerta cerrada como consecuencia de los cánticos homófobos de los aficionados mexicanos en los partidos de clasificación para el Torneo Olímpico de Futbol contra República Dominicana y Estados Unidos, disputados en Guadalajara (México) los días 18 y 24 de marzo, respectivamente.
“Adicionalmente, la comisión ha abierto otro procedimiento en relación con los gritos homófobos en un amistoso que jugó su selección contra Islandia en Arlington (Texas, Estados Unidos) el pasado 29 de mayo”, informó ayer la FIFA.
Ante dichos castigos, el presidente de la FMF, Yon de Luisa, así como el técnico de la selección nacional, Gerardo Tata Martino, pidieron a la afición dejar de emitir el grito homofóbico “¡eeeh, puto!”, pues advirtieron que de continuar con esa expresión, México corre el riesgo de no participar en el Mundial de Qatar 2022, así como de peder la sede del Mundial 2026.
“Paremos ya, por favor. El grito de puto, además de ser discriminatorio, lejos de identificarnos como la gran afición que somos, nos está alejando de nuestra selección, lo que para algunos pareciera ser divertido, hoy les tengo noticias, no lo es, porque los está alejando de los estadios y de la selección”, declaró ayer el dirigente en conferencia de prensa efectuada en el Centro de Alto Rendimiento de la FMF.
“Si no paramos esto ya, el efecto sobre la industria del futbol en México puede ser devastador, esperemos que nunca lleguen otras sanciones, que esta sea la primera y la última que la FIFA nos imponga”, agregó.
“Quisiera hacer un llamado a la reflexión a todo el simpatizante mexicano para que entiendan de una vez por todas el significado y el alcance que tienen este tipo de actitudes, incluso podemos perdernos una competencia internacional”, señaló en su oportunidad el Tata Martino.
En el comunicado de la FIFA, no se especifica si los dos partidos que deberán disputarse a puerta cerrada se aplicarán al Tri mayor o a la selección mexicana Sub-23, debido a que los hechos ocurrieron durante los duelos de ésta última en el reciente torneo preolímpico de la Concacaf.
No obstante, diversos medios indicaron que un portavoz de la FIFA confirmó que dicha sanción deberá ser pagada en los siguientes partidos oficiales de cualquier categoría de la selección nacional, a disputarse en México. El problema radica en que el Tricolor es el único que hasta el momento tiene programados duelos.
“La sanción se refiere a los dos siguientes encuentros oficiales como local a ser disputados por un representativo de la Federación Mexicana de Futbol, independientemente de la categoría”, indicó el portavoz.
De esta manera, la selección mayor deberá cumplir el castigo en los dos primeros duelos del octagonal final de la Concacaf rumbo a Qatar 2022, frente a Jamaica y Canadá, los cuales se disputarán los días 2 de septiembre y 7 de octubre.
Por último, de Luisa, descartó que las campañas para evitar el grito que se emprendieron antes de su gestión hayan sido en vano, y aseguró que se continuarán implementando más medidas para erradicar totalmente la expresión.
“Me parece que fue una estrategia que se definió con base a las circunstancias que se tenían en ese momento. En mi adminis-tración, desde el primer día se rechazó enfáticamente cualquier acto discriminatorio.
“Hemos logrado mucho en estos dos años, el camino recorrido es muy importante, falta el último detalle, esas personas que todavía no creen que el acto es discriminatorio, y piensan que es divertido, los debemos convencer de lo contrario”, aseveró.
La FMF ha pagado más de 350 mil dólares en multas desde 2015, cuando la FIFA comenzó a sancionar económicamente el grito homofóbico.