La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) demandó a las autoridades de procuración de justicia indagar de manera exhaustiva los homicidios de los periodistas Gustavo Sánchez Cabrera y Enrique García García, ocurridos los días 16 y 17 de junio en Oaxaca y estado de México, respectivamente, al tiempo que condenó “enérgicamente” lo sucedido.
Este organismo nacional ha documentado la cifra de 170 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación que han sido asesinados desde el año 2000.
En un comunicado, demandó que se investiguen los homicidios de Sánchez Cabrera y García García, con especial atención en la posible relación de estos con la actividad periodística de las víctimas, coordinando asimismo acciones para la atención integral de los familiares y víctimas indirectas en ambos casos.
De igual manera, reiteró su preocupación “por la ausencia de efectividad, eficiencia y vigencia de acciones, políticas públicas y estrategias oficiales, coordinadas y adecuadas, por parte de las instancias de los tres órdenes de gobierno del Estado mexicano, tendentes a prevenir agresiones, incidentes y riesgos, así como para garantizar la vida, seguridad e integridad personal de las personas periodistas y colaboradores de los espacios informativos, pues dichos eventos, en los casos que han sido concretados, constituyen un obstáculo, silencian e inhiben el pleno ejercicio del derecho a la libertad de expresión en nuestro país”.
La CNDH advirtió que las agresiones contra integrantes del gremio de la comunicación no sólo afectan a sus integrantes, sino que, además, representan un agravio a la sociedad, pues impide que sea ampliamente informada respecto de la transparencia en los procesos relacionados con la “cosa pública” o dimensión social, así como en la formación de la opinión pública.
También, en concordancia con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), reconoció que México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo en América Latina, en el que las agresiones más graves, por medios directos, como son el secuestro, desaparición y homicidio, continúan presentándose de manera alarmante.
Resaltó que el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa, en condiciones de igualdad, seguridad, respeto y garantías, debe ser un tema prioritario en la agenda pública de las autoridades mexicanas, pues solo así se asegurará la plena vigencia y fortalecimiento del Estado Democrático de Derecho y, en consecuencia, el irrestricto respeto a los derechos.