La pérdida de un gran amor motivó a Ramón López Velarde para escribir las líneas de “Hoy como nunca”, que inspiran la obra musical que se estrenará en su centenario luctuoso. El director de orquesta y violinista Ludwing Carrasco considera que el suceso en la biografía del poeta zacatecano, ocurrido en el contexto de la pandemia de gripe española, tiene mucha relación con nuestro presente.
“Justo un siglo después, estamos en una situación parecida; esos versos son muy apropiados para lo que muchos estamos sintiendo. Hemos perdido amigos, familiares, y nuestra salud mental pende de un hilo muy delgado.”
Un par de años antes de morir, en 1919, deslizó con tinta: “Hoy como nunca urge que tu paz me presida”, palabras que resonarán en Jerez, Zacatecas, tierra natal del poeta de “La suave patria”, con un concierto, este sábado. El sentir de dramáticos adioses y rasgos moribundos fueron fuente para el compositor Eduardo Solís en la creación, ex profeso, de tres piezas del estilo de Arnold Schönberg que clausuran la edición 24 Jornadas Lopezvelardeanas en el teatro Hinojosa.
En entrevista, Carrasco Curíntzita, quien dirigirá el estreno mundial en la fecha exacta del aniversario, apunta que los versos, que interpretarán dos sopranos y un barítonos, junto con un ensamble de cinco músicos, es muy actual: “podrán relacionarse con lo que López Velarde vivió y plasmó magistralmente”.
La poesía tiene su propia música implícita, señala. El compositor coahuilense ha sabido tomar esa esencia y amplificarla con el ensamble instrumental. Conjuntar la experimentación del músico austriaco con el espíritu modernista, parecería incompatible, “pero ha sido muy bien resuelto por Solís; creó un marco que hace que resuene mejor el texto en el sentido musical, con ciertas introducciones, transiciones y un fondo sonoro armónico que permite que el texto se pueda apreciar de manera clara y con ojos, en este caso, oídos, distintos”.
Un apasionado de la música contemporánea, porque “me encanta dar vida por vez primera a algo que nadie ha escuchado, ni siquiera su propio autor”, Carrasco ha observado que hay más reticencia de los programadores que del mismo público para las piezas contemporáneas. “Si bien se tiene la percepción de que la música extraña, cuando el público tiene la opción de escucharla, la aprovecha y disfruta. Incluso pide que se sigan haciendo este tipo de conciertos”.
Poco a poco va cambiando esto, “las instituciones más arraigadas al repertorio tradicional o centroeuropeo, base del repertorio clásico, se está abriendo a las posibilidades de compositores nuevos y mexicanos”.
El tríptico concebido por Édgar Solís como homenaje a López Velarde integra también la escritura de los poetas contemporáneos Caliche Caroma y Sergio J. Monreal. A unos días del estreno mundial, en la conversación describe que la primera, Canciones de amor y de mar, emplea ciertas fragancias sonoras más populares, como la música de salón. La segunda es Abecerialkiller, de dimensiones más reducidas en cuanto a instrumentación, que sirve de puente hacia “Hoy como nunca”.
Esta última tiene el mismo título que el poema incluido en el libro Zozobra, segundo y último publicado por López Velarde, quien a pesar de haber fallecido a los 33 años, el 19 de junio de 1921, es reconocido como uno de los grandes poetas modernistas que, incluso, influenció al grupo de los Contemporáneos.
El ensamble que interpretará el homenaje musical en el que Carrasco dirigirá y tocará el violín, es un conjunto Pierrot, nombrado así en honor a la obra seminal de Schönberg, parteaguas en la música de ese entonces. La agrupación también fue seleccionado especialmente para la efeméride y que Solís ha querido retomar para recrear sonidos del entorno que pudo vivir López Velarde, también hombre de revolución.