Ayer fue desmantelado, de manera parcial, el campamento instalado frente al número 18 de la calle Roma, en la colonia Juárez, luego de que integrantes de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ) decidieron trasladarse a la sede del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), que se encuentra tomada desde octubre pasado.
Diego García explicó que en la zona pernoctaban alrededor de 20 personas en condiciones insalubres, por lo que se decidió levantar el plantón, lo que de ninguna manera, acotó, significa claudicar en su demanda de viviendas para la comunidad otomí ni estar debilitados, pues se busca evitar “poner en riesgo la salud de los compañeros”.
Mencionó que algunas personas que no son de la UPREZ decidieron mantener el plantón en las calles Roma y Milán porque, aunque sus demandas también son de vivienda, están agremiados a una organización distinta.
Por lo pronto, indicó, el cierre de la vialidad que mantienen desde el sábado pasado del Eje 8 a la calle Carrillo Puerto, permanecerá hasta que el gobierno capitalino publique en la Gaceta Oficial el decreto expropiatorio del predio de Zacatecas número 74.
Ratificó que no saldrán del edificio del INPI hasta que las autoridades cumplan con las exigencias de acceso a la salud, vivienda y empleo.
Por separado, Claudia Domínguez, una de las representantes del grupo de indígenas otomíes que se mantienen en el campamento, explicó que se encuentran en mesas de diálogo encabezadas por el secretario de Gobierno, Alfonso Suárez del Real, para atender su demanda de vivienda.
Detalló que en el lugar permanecen alrededor de 60 familias que habitaban el inmueble ubicado en la calle Roma, que fue desocupado por los daños del sismo de 2017, en espera de una respuesta de las autoridades.
“Venían a desalojar a todos, pero les explicamos que nosotros estamos en pláticas y en la mejor disposición de llegar a un acuerdo, porque no utilizamos a la gente para ponernos en contra del gobierno. En el momento en que nos den una opción nos reacomodamos”, manifestó.