A pesar de la promoción de acciones afirmativas para impulsar la representación política de diversos grupos vulnerables (indígenas, afromexicanos, personas con discapacidad) los partidos políticos apelaron a estrategias para tergiversar esta figura y postular a personas que no tenían ascendencia indígena o no padecían ninguna discapacidad como candidatos en los espacios que el Instituto Nacional Electoral (INE) destinó a personas con estas características, denunciaron observadores electorales.
Durante la presentación de los informes preliminares de las organizaciones que realizaron proyectos de observación electoral, señalaron también que en algunas entidades los gobiernos utilizaron programas sociales como forma de incidir en la tendencia de las votaciones, como fue el caso del gobierno del estado de México con el llamado salario rosa.
A su vez, Borde Político celebró el incremento en la presencia de las mujeres en diversos espacios de poder, pero al mismo tiempo denunció que fue una campaña en donde la violencia política en razón de género proliferó de diferentes formas: feminicidios, ataques en redes sociales, secuestros, amenazas, discursos discriminatorios, afectación del material de campaña. Situaciones graves que, lamentablemente, aseguró Mariana Niembro, no terminaron en denuncias penales
La organización Eco-Ciudadanía del Futuro descalificó que varios partidos fueron renuentes a postular a candidatos con verdadera identidad indígena, cuestionando que esto anula la eficacia de las acciones afirmativas promovidas por el organismo. Fue una práctica que se presentó en Baja California, Nayarit, Yucatán, Guerrero, Morelos, Michoacán, San Luis Potosí entre otros. Pese a la presentación de acciones afirmativas, expresó, aun no se garantiza el ejercicio de los derechos políticos de las comunidades indígenas, señaló Cecilia Paz.