Ciudad de México. Hacia adelante, el dinamismo de la economía de Estados Unidos impulsará la recuperación de las diferentes regiones de México, señaló Daniel Chiquiar, director general de Investigación Económica del Banco de México (BdeM).
Al presentar el “Reporte Sobre las Economías Regionales”, correspondiente al primer trimestre de 2021, el miembro del banco central destacó que en particular las regiones norte y centro del país serán las más beneficiadas gracias a las exportaciones.
Adicionalmente, dijo, se espera que las economías regionales continúen apoyándose en una disipación gradual de la pandemia y la consecuente flexibilización de las medidas adoptadas para contenerla. Además, la velocidad en el avance en el proceso de vacunación seguirá siendo un factor clave para el impulso.
No obstante, de acuerdo con el reporte, en el primer trimestre de 2021 todas las regiones del país exhibieron una desaceleración en su ritmo de recuperación, en un contexto donde el recrudecimiento de la pandemia afectó a las cuatro regiones.
Sin embargo, se estima que el norte y las regiones centrales hayan avanzado en su recuperación a un ritmo más lento que el sur durante el trimestre que se reporta. Lo anterior se explica, en buena medida, por el impacto diferenciado de los choques que se presentaron en ese trimestre y que afectaron fundamentalmente a las manufacturas del norte y de las regiones centrales.
En tanto, en el sur la contracción de algunas actividades terciarias, como el turismo, a inicios del trimestre fue compensada por una notoria reactivación de la construcción de grandes proyectos de infraestructura y por un mejor desempeño de la minería petrolera.
Respecto a la inflación, en el primer trimestre de 2021 y en abril la inflación anual de todas las regiones aumentó respecto a su nivel promedio del cuarto trimestre de 2020.
Este comportamiento, según el reporte, se debió en buena medida al incremento en la inflación no subyacente en todas ellas, si bien la subyacente también aumentó, con excepción del centro.
En particular, la mayor inflación no subyacente se debió, principalmente, al incremento en la inflación de los energéticos, a su vez resultado del efecto aritmético de la notable reducción que el año previo exhibieron los precios de las gasolinas, así como del aumento que durante el presente año han reportado los precios de la gasolina y del gas L.P.