La Isla Esmeralda está de fiesta: el tradicional Bloomsday volvió a las calles de Dublín, aunque por primera vez en formato híbrido, para recrear la odisea de 24 horas que James Joyce describe en su célebre novela Ulises.
“Es hora de ponerse el sombrero de navegante y unirse a la actriz Katherine Lynch para disfrutar de una velada lírica-musical como parte de la jornada anual –interrumpida en 2020– dedicada a recrear el recorrido realizado por Leopold Bloom, protagonista del libro”, se difundió en la cuenta de Facebook @Bloomsday Festival.
Lynch, entre otras personalidades, narraron pasajes de la obra de Joyce, con transmisión en redes sociales y en la radio de ese país.
Pese a que los contagios del nuevo coronavirus continúan decreciendo, las autoridades irlandesas recomendaron a los residentes evitar aglomeraciones, así como cumplir con las ya conocidas medidas sanitarias.
La gala cultural que ofrece el Bloomsday Festival (en su mayoría por Internet) se articula por declamación de poemas, lecturas, charlas, canciones y conferencias.
Joyce terminó de escribir Ulises en 1922 y sus amigos eligieron el 16 de junio como el Bloomsday, debido a que ese día, en 1915, el autor le escribió a su hermano Estanislao para decirle que había terminado el primer episodio de su obra.
En Irlanda se celebró el primer Bloomsday en 1954, en honor al protagonista de la más famosa novela del Joyce, cuando los escritores Patrick Kavanagh y Flann O’Brien visitaron la Torre Martello en Sandycove, el pub de Davy Byrne y 7 Eccles Street, leyendo partes de Ulises mientras bebían. A partir de ese día, los joyceanos de todo el mundo celebran este festival con lecturas, representaciones, recreaciones y diversos eventos.
El Centro James Joyce ha sido el organizador del evento desde 1994 para promover todos los actos del Bloomsday en Dublín.
Este año se incluyó el tradicional desayuno que tomó Bloom en la novela –con riñones de cerdo frito, el ingrediente principal–, así como el recorrido por los lugares más clásicos de la novela, obras de teatro, música, conferencias y representaciones artísticas, sin olvidar los tradicionales vestidos de época, como el distintivo sombrero de paja de Bloomsday, para recrear a los personajes de una obra fundamental en la narrativa del siglo pasado.