Para el canciller Marcelo Ebrard no basta un informe técnico sobre el accidente de la línea 12 del Metro para esclarecer la tragedia. Se requiere, además, “una indagatoria que revise todo el proceso de toma de decisiones en el diseño, trazo, supervisión y mantenimiento de la obra”.
Al emitir su postura en torno al informe preliminar, agregó que también deben ser considerados los textos que han revisado el proyecto en años anteriores.
Ebrard difundió en redes sociales sus consideraciones sobre los primeros resultados de la empresa noruega DVN que apuntan a que la causa está relacionada con errores durante la construcción.
Enfatizó que durante su mandato las decisiones de la obra se tomaron de manera colegiada y que la línea 12 fue recibida el 8 de julio de 2013, “de conformidad y de manera definitiva” por la administración de su sucesor, Miguel Ángel Mancera.
“Instalamos un comité central de obras (integrado por 30 funcionarios y expertos) y un subcomité técnico (constituido por 74 expertos en ingeniería) para la toma y aprobación de decisiones de índole técnica, presentadas por el consorcio constructor, entre las que destacan las relativas al trazo, diseño y construcción. Todas las determinaciones fueron tomadas bajo criterios de eficiencia y conveniencia técnica, de manera colegiada, por las entidades referidas. Están documentadas por las actas e informes correspondientes.”
Agregó que su gobierno realizó una consulta ciudadana para construirla y lanzó una licitación pública internacional que ganó el consorcio integrado por dos empresas mexicanas y una francesa: ICA-Carso-Alstom. También se constituyó una entidad pública desconcentrada con autonomía de gestión llamada Proyecto Metro, en el que participaron más de 300 ingenieros y se buscó el acompañamiento “de lo mejor de la ingeniería mexicana”, por lo que se contrató la asesoría del Instituto de Ingeniería de la UNAM, del IPN, del Colegio de Ingenieros Civiles de México e Integración de Procesos de Ingeniería, en cuyo consejo directivo participa Alejandro Vázquez Vera, ganador del Premio de Ingeniería Ciudad de México 2019.
Otra de las determinaciones tomadas entonces, mencionó, fue establecer un consorcio certificador integrado por algunas de las empresas de supervisión de líneas ferroviarias de la mayor reputación en el mundo.