Ciudad de México. La Fiscalía General de la República (FGR) trasladará más fragmentos óseos a la Universidad de Innsbruck para realizarles nuevas pruebas genéticas en busca de identificar algún otro caso de normalistas de Ayotzinapa que pudieron haber sido privados de la vida en diversas zonas del municipio de Cocula.
Lo anterior fue informado al dar a conocer que los peritajes que se realizaron en la universidad con sede en Austria arrojaron resultados positivos y se reconfirmó que los restos localizados en la barranca La Carnicería, en el municipio de Cocula, corresponden a los estudiantes Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Jhosivani Guerrero de la Cruz.
En un mensaje a medios, Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad Especial de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa informó que como resultado de las indagatorias realizada el año pasado en un lugar conocido como barranca La Carnicería, Ejido Cocula, en el estado de Guerrero, se logró que la Universidad de Innsbruck, llegara a la reconfirmación.
En esa barranca recuperaron alrededor de 180 fragmentos óseos en el último año y de ellos solamente 16 pudieron ser analizados en el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck. Tras cuatro meses de investigación, el doctor Walther Parson, jefe de departamento de genética forense de dicho instituto, dio a conocer los resultados.
Un hueso del talón de Aquiles dio positivo para confirmar que los restos correspondían con otro ya identificado en junio de 2020 y que pertenece a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre.
En el caso de Jhosivani Guerrero de la Cruz, un fragmento lumbar dio positivo en 99.99 por ciento, informó el fiscal de la FGR.
El titular de la unidad para el caso Ayotzinapa mencionó que el 16 de septiembre de 2015, la entonces PGR “informó la identificación de este mismo estudiante normalista con un análisis de ADN mitocondrial, el cual reflejaba menor certeza y con un resultado únicamente de 17 por ciento de coincidencia”.
En ambos casos la extinta PGR informó que los restos habían sido localizados en el basurero de Cocula o en el Río San Juan, y que habían arrojado datos positivos, ahora coinciden con otros fragmentos localizados en la barranca de La Carnicería, un sitio que se encuentra entre el tiradero de desechos donde se dijo que habían incinerado un número no precisado de estudiantes y el afluente, en donde según las investigaciones iniciales los miembros de Guerreros Unidos habían esparcido los restos de las personas asesinadas.
En un comunicado aparte, el Equipo Argentino de Antropología Forense respaldó los resultados enviados desde la Universidad de Innsbruck para ambas coincidencias genéticas. Expuso que seguirá trabajando junto a las familias de los 43 estudiantes, sus representantes legales y la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa de la FGR para llegar a la verdad de lo ocurrido.