Lima. El socialista Pedro Castillo se impuso por estrecho margen a la derechista Keiko Fujimori al concluir ayer el conteo de todos los votos, y rechazó los llamados a anular la elección presidencial de Perú.
Castillo aún enfrenta desafíos legales interpuestos por Fujimori, quien ha hecho acusaciones de fraude con pocas pruebas y ha intentado que se anulen 151 mesas electorales.
Perú espera entonces, en medio de la incertidumbre y algunas movilizaciones en favor de ambos candidatos, el veredicto del Jurado Nacional Electoral para saber quién será presidente a partir del 28 de julio.
Los comicios, que contaron con 74.5 por ciento de participación, fueron considerados “transparentes” por diversos observadores, entre ellos de la Organización de Estados Americanos, que no reportaron irregularidades de gravedad.
Castillo, profesor de escuela rural e hijo de campesinos, de 51 años, obtuvo 50.12 por ciento de los votos emitidos el 6 de junio, mientras Fujimori tuvo 49.87 por ciento, con el total de actas contabilizadas, informó la Oficina Nacional de Procesos Electorales en su página de Internet, con una diferencia apenas de 44 mil 58 votos.
El líder de izquierda declaró que es respetuoso de las autoridades electorales, pero las instó a asumir la responsabilidad de dar por terminado cuanto antes el proceso.
“Se siguen estigmatizando las cosas... se sigue llamando desde otros espacios a tumbar la elección”, señaló Castillo en declaraciones a la prensa extranjera, ante la cual se abstuvo de responder preguntas.
La ajustada elección, la más polarizada en décadas en Perú, dejó expuestas fracturas en la sociedad peruana. Un gru
Fujimori por la noche desconoció el resultado y aseguró que aún falta “lo más importante”, en referencia a la revisión de las impugnaciones que presentó.