A partir de la reforma energética de 2013, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) padece una regulación que no reconoce la totalidad de los costos y actúa en detrimento delas finanzas de la empresa, por lo que la competencia ahora tiene que ser pareja, consideró el especialista en materia energética Santiago Barcón, integrante del Comité de Confiabilidad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Explicó que en países europeos y en Estados Unidos se asume un Costo de Transición a la Competencia para que las empresas generadoras de electricidad se preparen a la apertura del mercado por cambios normativos, situación que nunca se realizó en México. “Esto, de entrada, puso en desventaja a CFE”, apuntó.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que entre este año y 2023 enviará tres iniciativas de reforma a la Constitución y una de ellas tendrá la finalidad de recuperar el mercado eléctrico para la CFE. Será enviada este año al Congreso y confió en que pueda ser discutida a más tardar en el periodo ordinario de febrero-abril de 2022.
El especialista, al hablar sobre la Reforma Energética de 2013, dijo: “normalmente, cuando vienen estas reformas energéticas los gobiernos reconocen que las empresas estatales tienen desventajas para competir, por lo que hay que darles tiempo para que se adapten a la competencia o lo que se llama “transición a la competencia”.
“En todo el mundo se da dinero a empresas estatales y privadas para que se abran al mercado, y un ejemplo fue en España, que a Iberdrola y Endesa les dieron 17 mil millones de euros; en California los costos de la transición a la competencia andan en 28 mil millones de dólares”.
Por su parte, el Plan de Negocios de la CFE 2021-2025 señala que con la Reforma Energética “el proceso de planeación integral se fracturó en varias dimensiones: al separarse los procesos productivos en generación y suministro, abiertos a la competencia, y transmisión y distribución, prestados en exclusiva por el gobierno a través de la CFE.”
Barcón consideró que fragmentar a CFE en seis unidades de generación es aumentar el costo de operación de la compañía. Otro error de la reforma energética fue no tomar en cuenta la política industrial.
“Anteriormente, CFE y lo que fue Luz y Fuerza del Centro compraban insumos nacionales, lo que le permite ahora a la industria eléctrica mexicana exportar 40 mil millones de dólares anuales en conductores, transformadores e interruptores, entre otros”.
Los diagnósticos de la CFE identifican que se limitó a la empresa a efectuar las inversiones en la Red Nacional de Transmisión y en la Red General de Distribución para que fueran determinadas por los organismos rectores (Secretaría de Energía y el Centro Nacional deControl de Energía), independientemente de las necesidades y posibilidades de la CFE y en detrimento de las inversiones requeridas en generación y suministro.
Con la Reforma Energética, publicada el 20 de diciembre de 2013, la iniciativa privada puede participar en actividades de generación y comercialización eléctrica, así como, de forma limitada (a través de contratos), en las actividades de transmisión y distribución.