Ciudad de México. El índice de impago de los créditos que otorga la banca a empresas y familias ya tiene una tendencia a la baja tras la crisis que generó la pandemia de Covid-19. Incluso, el comportamiento de la morosidad comparado con crisis previas es mejor, informó este miércoles la Asociación de Bancos de México (ABM).
Daniel Becker, presidente del organismo, dio a conocer que las instituciones de crédito ya han comenzado a ver una mayor solicitud de financiamientos, hecho que implica que la economía se ha comenzado a recuperar.
“Estamos viendo una estabilidad en la morosidad de la banca que se ha quedado en 2.5 por ciento, hay sectores con un punto de inflexión con tendencia negativa (a la baja)”, afirmó el representante del gremio en una videoconferencia.
Precisó que, en el segmento de los préstamos destinados al consumo, el índice de impago se situó hasta el mes de abril en un nivel de 4.5 por ciento, cuando meses atrás era de 5.5 por ciento.
“Es una buena noticia, estamos viendo buenas tendencias a la baja, y habla de lo resistentes que han sido las carteras; vivienda y empresas están muy controlados, si todo sigue igual, el futuro se ve mucho más optimista con respecto a lo que veíamos el año pasado”, apuntó el también director general de Banca Mifel.
Explicó que el comportamiento del saldo vencido en la crisis de Covid-19 ha sido mejor si se compara con los resultados que se dieron en la recesión de 1994 y 1995 o la de 2008 y 2009.
“En la crisis del 94 los índices de morosidad eran de 26 por ciento en consumo, 14 por ciento en vivienda y 23 por ciento en empresas, sin embargo, si lo llevamos a la pandemia, los indicadores de la morosidad son mejores, por supuesto se debe a los criterios especiales, un mejor manejo de riesgo, una regulación más estricta y un mejor comportamiento del usuario final”, precisó.
Ya hay mayor demanda de crédito
Becker Feldman, sostuvo que, visto desde las variables macroeconómicas del país y la perspectiva del gremio bancario, la situación del país luce “más alentadora” para los siguientes meses, a tal grado, que las empresas y las familias ya han comenzado a demandar mayores niveles de financiamiento.
“Es alentador ver cómo se han comportado las variables macro de nuestro país. Es importante destacar la fortaleza en la estabilidad del tipo de cambio, las tasas objetivas en su nivel bajo desde julio de 2016, si es cierto que hemos visto datos de inflación creciente, aunque en su gran medida han sido en sus choques de oferta, energéticos y alimentos y un efecto base”, puntualizó.
Añadió que las solicitudes de crédito van al alza, sobre todo en segmentos como las empresas, vivienda y el sector terciario de la economía, que incluye los servicios.
“Evidentemente estamos percibiendo una mayor demanda de crédito en todos los segmentos, todos lo percibimos, obviamente de forma asimétrica y regional, no a los ritmos que teníamos previos a la pandemia, pero ya con un punto de inflexión, no solo de recuperación”, declaró.
Agregó que en mayo, los bancos observaron un aumento en la facturación por tarjetas, empujado principalmente por el Hot Sale, que incrementó 39 por ciento la facturación promedio diaria.
Así, el monto facturado con tarjetas de débito en el quinto mes del año fue de 165 mil millones d pesos, incremento de 40 por ciento con respecto a diciembre de 2020; mientras que en las tarjetas de crédito la cifra fue de 103 mil millones de pesos, aumento de 55.9 por ciento en el periodo de referencia.
Se reestructuraron 405 mil mdp
Por otra parte, Daniel Becker detalló que hasta marzo de 2020, los bancos reestructuraron un total de 405 mil millones de pesos, lo que benefició a 1.25 millones de clientes y que es el equivalente a 8.9 por ciento del crédito que es destinado al sector privado.