Madrid. Miles de personas se concentraron ayer frente a la sede del Parlamento de Hungría para protestar por un proyecto de ley que, denuncian, incluye artículos que persiguen a la comunidad LGBT+. La norma prohíbe las charlas sobre homosexualidad en centros educativos y veta la emisión de películas que incluyan temática sobre ella.
La ley que se debate en la cámara húngara ha sido motivo de disputa entre el gobierno y partidos de la oposición, que aseguran que a pesar de que se trata de una legislación para luchar contra la pedofilia, incluye un artículo discriminatorio.
En concreto, protestan contra el artículo que prohíbe a los medios de publicación que los anuncios “promuevan la homosexualidad” entre los menores de 18 años.
“Quieren prohibir algo que no puede defender su verdad con argumentos”, algo que, además, “no está justificado por la ciencia” y por tanto “actúan por la fuerza”, ha manifestado uno de los organizadores de la movilización y activista de derechos humanos, Erik Robin Erdos, recoge Nepszava.
El Parlamento votará este martes este proyecto de ley que contempla un endurecimiento de los castigos para la pedofilia, entre otras disposiciones como crear un registro de pedófilos, algo contra lo que los manifestantes han precisado no estar en contra.
No obstante, y además del polémico artículo, la propuesta legislativa también prohíbe las charlas y conferencias sobre homosexualidad o reasignación de género en centros educativos. Asimismo, supone que no sólo los anuncios no podrán emitirse, sino que canciones o películas que incluyan temática LGBT+ no podrán emitirse, detalla Blikk.
Según los convocantes, el gobierno de ultraderecha del primer ministro, Viktor Orbán, que cuenta con la mayoría en el Parlamento, ha presentado un proyecto con “propuestas excluyentes y odiosas destinadas a eliminar por completo a las personas LGBT+ del público y prohibir programas escolares vitales que ayudan a los jóvenes”.
No es la primera ley en la que las organizaciones han denunciado atentados en contra los derechos de la comunidad LGBT+, ya que anteriormente el partido de Orbán aprobó una legislación para prohibir la adopción de niños a parejas del mismo sexo.