La confrontación entre dos personas por sus ideas religiosas y los mecanismos de convencimiento, así como temas como el acoso, el amor pasional y sus repercusiones sicológicas, se entretejen en la puesta en escena La fundamentalista, obra del dramaturgo finlandés Juha Jokela, la cual iniciará temporada el 17 de junio, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque (CCB).
Con traducción y adaptación de la también actriz Aurora Cano, dirección de Ignacio García y las interpretaciones del maestro Luis de Tavira y la misma Cano, en la obra se pone en juego la compleja relación entre un pastor protestante y una mujer evangélica.
Marcos es un famoso predicador y autor de libros que intentan restablecer la fe en las nuevas generaciones; es conocido como “el padre escándalo”. En tanto, Heidi es una chica a la que dejó de ver hace 20 años, con quien durante su juventud mantuvo una entrañable amistad. Ella pertenece al grupo de cristianos de la iglesia de la Palabra Viva.
Marcos intentará redimir a Heidi de lo que él considera fanatismo peligroso; es un personaje dialéctico y con muchas dudas; Heidi, por su lado, está decidida a alejar a Marcos del “camino al infierno” al que se está exponiendo con la publicación de sus libros, además de intentar redimirlo de lo que ella considera un ejercicio de incongruencia y soberbia ciega.
“El afecto que ambos se tienen les proporciona cierta autoridad sobre el otro; ese afecto es utilizado como mecanismo de convencimiento con la idea de que, como hay estimación, lo que se hace por el otro es en su favor. Cada personaje está convencido de que la otra persona está mal”, explicó Cano, en charla con La Jornada.
La obra refleja la manera cómo se vive y debate la fe más allá de una religión en particular; es una mirada a los fundamentalismos, y a cómo éstos pueden unir o separar a las personas, agregó Cano.
Para Ignacio García, la obra es muy paradójica. Entre otros aspectos, aquí vemos a “dos seres que se quieren y maltratan constantemente; lo cómico que puede llegar a ser la obsesión en defensa de ciertas ideas categóricas e irracionales, como son, en muchos casos, las ideas religiosas y, algunos de los más importantes, la miseria moral y las contradicciones e incongruencias en una religión”.
A partir de sus ideas dogmáticas, Marcos y Heidi intentan modificar el mundo, pero son incapaces de transformar su entorno inmediato, añadió García.
Trabajar con el maestro Luis de Tavira es una oportunidad excepcional, no sólo en el ámbito actoral, sino también en lo que respecta a sus aportaciones a partir de su profundo conocimiento teológico. “Le importaba mucho anclar muy bien y adecuadamente todo el discurso teológico de la obra”, reconocieron los creadores escénicos.
Otro aspecto relevante en la puesta en escena es el tema del acoso. Se trata de un tema muy delicado, explicó Cano, ya que en la actualidad está en el agenda pública más que nunca. “En la obra se plantea ese problema desde dos puntos de vista. Se ve de manera abierta y compleja, no desde una única visión”, concluyó Cano.
La fundamentalista se escenificará los jueves y viernes, del 17 de junio al 11 de julio, a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Julio Castillo del CCB (Paseo de la Reforma y Campo Marte).