Ciudad de México, a 13 de junio de 2021 Diario La Jornada Presente
En el diario La Jornada de este domingo, en su página 6 se publica una nota cuyo título es el siguiente: “El Conacyt no otorgará apoyo económico a Gertz Manero”; ya en su interior, la nota explica cómo operan los apoyos económicos a los investigadores, en términos generales, y no sólo en un caso particular, para después hacer un análisis del procedimiento que siguió dicha institución, en cumplimiento de una recomendación del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y de sentencias judiciales que la apoyaron en su momento en el expediente del suscrito, para, seguidamente, exponer que existen en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) otros 40 juicios relacionados con asuntos presuntamente discriminatorios.
En razón de esta información, que ya ha motivado tantas descalificaciones injustas sin darme derecho a mi defensa, considero que es necesario señalar que mi carrera académica como maestro la inicié en 1962 (hace casi 60 años), y en ella he impartido cátedra por décadas en diversas universidades e instituciones públicas y privadas; también he sido coordinador de carrera, he trabajado en investigaciones jurídicas relevantes en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, he sido rector de la Universidad de las Américas, presidente del Ceneval, presidente de la Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior, he publicado durante más de 15 años artículos de investigación jurídica y social en los principales diarios nacionales.
Además, he publicado diversas investigaciones históricas, comisionadas y difundidas por la Secretaría de Educación Pública desde hace más de 54 años; igualmente, he realizado investigaciones jurídicas que ha publicado el Fondo de Cultura Económica, y que han sido textos en instituciones de educación superior. También realicé investigaciones sociales publicadas por empresas editoriales internacionales (Lasser Press), así como en editoriales nacionales; de igual manera, he desarrollado toda una serie de investigaciones en materia académica que me permitieron en su momento acceder como Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Educación.
Con todos estos antecedentes, que fueron absolutamente probados ante el Conacyt desde hace 10 años, y contando con tres doctorados, presenté y cumplí con todos los requisitos necesarios para acceder al Sistema Nacional de Investigadores. Y, en respuesta, una y otra vez, con argumentos absolutamente deleznables e injustos, se me rechazó; por lo que cinco veces pude ganar juicios de amparo al respecto, para que se me diera la oportunidad de acceder al reconocimiento de mi vida académica estimando mi currículum, lo cual fue refrendado por el Conapred al señalar que había habido, durante esos 10 años, una discriminación evidente.
Con base en lo anterior, solicité por las vías legales la revisión de mi expediente de esa época para que, finalmente, una comisión especial dictaminadora del Conacyt, presidida y compuesta por personas que no conozco y con las que no he tenido ningún contacto, realizara un dictamen unánime que reconoce toda mi carrera docente y mi trabajo de investigador con sus publicaciones y artículos de divulgación, señalando las referencias que existen sobre esas actividades tanto en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México como en el ámbito jurídico latinoamericano.
También reconocen que todos los requisitos para obtener el nivel al que he accedido estaban cumplidos desde hace 10 años. Y que, después de hacer un análisis por la Unidad de Asuntos Jurídicos correspondiente, se me reconoce por unanimidad que, desde ese tiempo, yo había cumplido con los requisitos para que se me otorgara el nivel al que he accedido, por mi obra y por su trascendencia nacional e internacional, reparando así el daño causado.
Durante el lapso en que he ocupado el puesto para el que fui electo por el Senado de la República, he sido absolutamente puntual y cuidadoso para nunca, ni por excepción, mezclar en modo alguno la tarea que tengo encomendada con asuntos particulares. Tampoco he realizado publicidad ni participaciones mediáticas para exaltar ni mi carrera profesional ni mis antecedentes académicos, porque considero que ello forma parte de mi entorno que no tengo por qué vincularlo ni exaltarlo publicitariamente.
Todo lo anterior, de ninguna manera me va a inhibir en la defensa de mis derechos personales y familiares, así como tampoco en la defensa de mi carrera académica y profesional de toda una vida, que se está descalificando en forma injusta y sin prueba alguna.
Doctor Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República