Los grandes contribuyentes en México pagan en promedio una séptima parte del impuesto sobre la renta (ISR) frente a la tasa de 30 por ciento que es ley para cualquier otra empresa en el país, reportó el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El diseño fiscal que se aplica en México permitió que en 2019 los grandes contribuyentes de una cuarentena de sectores económicos pagaran en promedio 3.92 por ciento de tasa efectiva de impuesto sobre la renta sobre sus ingresos, incluso por debajo del 4.21 promedio que este mismo grupo pagó tres años atrás.
El SAT publicó la tasa efectiva que pagaron 40 sectores económicos durante 2019, ejercicio fiscal previo a la pandemia de Covid-19 en que una gran parte de la iniciativa privada pidió que se dieran mayores plazos para el pago de impuestos ante el cierre de la economía.
La tasa efectiva para cada sector, reportada por la autoridad tributaria, se calcula con base en la información que cada contribuyente manifestó en última declaración anual del ISR. Se obtiene al dividir los ingresos acumulables de un ejercicio fiscal entre el impuesto causado en ese mismo periodo.
Al cierre de 2019 se reportaron 37 mil 725 grandes contribuyentes –entre ellos también hay personas físicas–, los cuales ingresaron al fisco un billón 725 mil 848.9 millones de pesos en ese año. Sin la serie de compensaciones y huecos que tiene la legislación para que estos causantes paguen la tasa que hay en la ley como tope, ese impuesto podría ser siete veces mayor.
Entre grandes contribuyentes se cuentan las instituciones del sistema financiero, incluido el Banco de México, las líneas aéreas y navieras extranjeras, las empresas que hayan generado ingreso iguales o mayores a mil 250 millones de pesos, que tengan acciones colocadas en la bolsa, las empresas productivas del Estado, el IMSS, y el Issste y algunas personas físicas.
El SAT reportó que entre los sectores que más pagaron como proporción de sus ingresos, ninguno llegó a dejar en el fisco una tercera parte de lo que toca a cualquier otro tipo de empresa. Por ejemplo, la minería de cobre y níquel, que es la de mayor tasa efectiva, entregó al fisco 7.98 por ciento de sus ingresos acumulables.
La industria automotriz, tanto en el mercado interno, como en las actividades de ensamble que generan productos para la exportación –particularmente con destino a Estados Unidos– destacan por integrar cuatro de los cinco sectores económicos con menor tasa efectiva.
La venta de vehículos nuevos se clasifica en dos grupos, los autos que valen más de 150 mil pesos y los que se encuentran por debajo de ese umbral. Ninguno de los dos paga más de 2 por ciento de tasa efectiva.
La venta de automóviles nuevos cuyo precio de venta no exceda los 150 mil pesos pagó en 2019, 1.04 por ciento de tasa efectiva, mientras las empresas dedicadas a la comercialización de vehículos por arriba de ese precio pagaron 1.15 por ciento.
Las farmacias con minisúper pagaron 1.15 por ciento, la fabricación o ensamble de automóviles y camionetas resultó con una tasa efectiva de 1.39 por ciento y la fabricación o ensamble de camiones y tractocamiones con una de 1.72 por ciento.