Ámsterdam. Después del susto que se vivió en la segunda jornada de la Eurocopa con el colapso del mediocampista danés Christian Eriksen, el futbol volvió a ser protagonista, y lo fue con una gema. Los Países Bajos se complicaron en su prueba, pero eso les permitió ofrecer un partido exquisito y aguerrido donde vencieron casi al final por 3-2 a Ucrania.
Denzel Dumfries se redimió de un error previo al cabecear a los 85 minutos el gol para que los holandeses se llevaran una victoria sufrida. Vaya regalo para los aficionados.
Dumfries desperdició un cabezazo con el arco a disposición en la primera mitad, pero facturó cuando el equipo más lo necesitaba al peinar un centro de Nathan Ake. El lateral del PSV Eindhoven sentenció el resultado luego de que Holanda había dilapidado una ventaja de dos goles.
Los holandeses disputan su primer gran torneo en siete años. El anterior fue la Copa del Mundo de 2014 en Brasil, cuando alcanzaron las semifinales.
Georginio Wijnaldum adelantó a los campeones europeos de 1988 a los 52 minutos y Wout Weghorst puso el 2-0 a los 59.
El capitán ucraniano Andriy Yarmolenko definió con un fino disparo con comba para batir al arquero Maarten Stekelenburg a los 75. Cuatro minutos después, Roman Yaremchuk se escabulló frente a Weghorst para cabecear un tiro libre y conseguir una igualdad transitoria.
Ucrania, en su tercera Eurocopa, apenas suma una victoria y nunca ha superado la fase de grupos. Pero dejó patente que en esta competencia hay rivales discretos que deben ser tomados con mucho cuidado; los impulsa una especie de orgullo y el fogueo ante equipos de otras ligas.
Unos 16 mil aficionados, quienes debieron presentar resultados negativos de Covid para ingresar a la Arena Johan Cruyff, presenciaron un partido que los Países Bajos dominaron a voluntad hasta la inesperada reacción de Ucrania.
Los neerlandeses se medirán el jueves ante Austria, y Ucrania con Macedonia del Norte en Bucarest.
En Londres, en el emblemático estadio de Wembley, Inglaterra debutó con triunfo 1-0 ante Croacia gracias a un gol de Raheem Sterling a los 57 minutos de juego.
El duelo empezó un tanto incómodo, luego de que las tribunas ingle-sas abuchearon a sus jugadores por arrodillarse previo al silbatazo inicial, haciendo caso omiso al pedido de respetar el gesto contra el racismo.
Existía el miedo de que parte del público silbara cuando los jugadores se arrodillaran en apoyo al movimiento Black Lives Matter contra el racismo, como sucedió en los precedentes amistosos frente a Austria y Rumania. Pero pese a que hubo abucheos, la mayoría de los 22 mil 500 espectadores aplaudió el gesto.
Sterling, quien lleva al Wembley tatuado en un brazo, fue condecorado por Isabel II por sus iniciativas contra la injusticia racial hace un par de días y aseguró que este partido fue como un sueño.
“Siempre me decía a mí mismo que, si pudiera jugar en este estadio, por haber nacido a dos minutos de acá, tenía que anotar un gol, es una sensación muy bonita hacerlo.”
Lo siguiente será un duelo contra la República Checa en el Hampden Park de Glasgow.
Un acontecimiento trágico enturbió la victoria. Un espectador cayó en las gradas del estadio Wembley y fue llevado al hospital “en un estado grave”. El aficionado fue atendido ahí mismo y después trasladado a un nosocomio. Las autoridades abrirán una investigación sobre el caso.
En otro duelo, Austria finalmente pudo cantar victoria en un campeonato europeo, cortesía de goles anotados por suplentes.
Michael Gregoritsch y Marko Arnautović salieron de la banca para marcar en el tramo final del partido para que Austria derrotara 3-1 a Macedonia del Norte en el Grupo C.