La selección de futbol se abarata en una sobreoferta que produce hastío y que puede transformarse en indiferencia. Hastío no sólo en el público que la ve jugar partidos y torneos moleros tres veces por semana, sino también en los jugadores que a ratos arrastran los pies sobre la cancha, que quizás estén soñando con unas merecidas vacaciones y, por ello, brin-dan un espectáculo deplorable, para el olvido.
Los federativos sólo piensan en recaudar dinero a lo largo y ancho de Estados Unidos con un plantel lastimero, sin inspiración, guiado por un director técnico al que lo único que le importa es salir al paso de los compromisos, abrumado por el tupido calendario. Sufrido triunfo en penales ante Costa Rica, dolorosa derrota frente a Estados Unidos y horroroso 0-0 contra Honduras es la última cosecha de Gerardo Martino.
¿No que querían público?… Durante la pandemia mucho se dijo que la afición era el alma del espectáculo futbolístico. Que los partidos sin gente se habían tornado fríos, desangelados y que los futbolistas echaban de menos esa energía que les llegaba desde las tribunas. Pues bien, una mezcla de pena ajena e indignación causó ver en Atlanta el entusiasmo de más de 70 mil fanáticos, casi todos de origen mexicano, que no conmovió a los jugadores.
Miles de fieles devotos al Tri estuvieron en el estadio Mercedes-Benz puntuales, pletóricos de alegría, ataviados con banderas, sombreros, playeras y demás artefactos festivos. Su actitud fue ejemplar, no lanzaron el grito homofóbico, pero se fueron con las manos vacías, ninguna satisfacción a cambio. Todavía la televisión presumió que era “la mejor entrada a un estadio en el mundo” tras la pandemia.
Los de pantalón largo hacen cuentas, se ufanan de tener 188 millones de aficionados a nivel mundial, no obstante, acaban de vivir una reactivación deplorable, tanto en el Tri mayor como con la Sub-23, que hizo gira en Marbella, España, de preparación hacia Tokio, y exhibió un ataque chato con accionar titubeante. Se anticipa que los refuerzos para Jaime Lozano son Luis Romo, Henry Martín y Guillermo Ochoa. El Tata Martino no se descobija.
Los torneos cortos cumplen ya 25 años y las consecuencias del resultadismo están pasando factura, pues ello derivó en el surgimiento de talentos a cuentagotas. Los técnicos ya no quieren dar minutos en la cancha a las jóvenes, exigidos como están de entregar triunfos so pena de perder sus puestos… Todo redunda en la selección y hoy es hasta cómico, o patético, ver cómo el Tri mayor y el olímpico codician a Diego Lainez.
Se habla más de lo debido de la ausencia de Raúl Jiménez, quien en noviembre sufrió un choque de cabezas con David Luiz en la Liga Premier y estuvo inactivo varios meses, de la no convocatoria de Javier Chicharito Hernández y Carlos Vela y, sobre todo, de la naturalización del mellizo Rogelio Funes Mori, argentino que apura trámites para hacerse mexicano e ir al rescate del barco que se hunde.
A Mónica Vergara no le está yendo bien al frente del Tri femenil en juegos amistosos. Luego de la paliza recibida por España (3-0), Japón le asestó otra peor (5-1). Las niponas aspiraban a una mayor resistencia, enfrascadas como están en alistarse para sus Juegos Olímpicos, requerían de un sparring exigente, pero las tricolores no les dieron batalla. Los reveses minan la confianza.
El Atlético San Luis contrató al timonel uruguayo Marcelo Méndez Russo, quien tendrála encomienda del sacar a los potosinos de la depresión y del sótano de la tabla de cocientes. Los estrategas mexicanos no tienen mayor opción que mirar hacia la Liga de Expansión o irse de auxiliares, como ocurre con Rafael Puente Junior, quien se suma al equipo de Ricardo Ferretti con los Bravos de Ciudad Juárez.
Toluca amarró un año más a Rubens Sambueza, el Querétaro adquirió una decena de jugadores, entre ellos al paraguayo Osvaldo Martínez, y Tigres organizó una fiesta para presentar al galo Florian Thauvin. En la rama femenil también se mueven fichas sobre el tablero, Eva Espejo decidió que lo suyo es seguir en las canchas y dirigirá a Rayadas, mientras las bicampeonas Tigres continúan repatriando jugadoras y ya tienen a la guardameta Cecilia Santiago.