Pese a que la reapertura paulatina de actividades económicas ha hecho que disminuya la pobreza laboral en el primer trimestre de 2021, este indicador sigue por arriba del registrado el mismo periodo del año anterior, lo que generará “efectos estructurales” a mediano y largo plazos en México.

Así lo advirtió el secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), José Nabor Cruz Marcelo, quien señaló que para paliar esas secuelas es urgente que en 2022 el presupuesto de la Federación y los estados se concentre en fortalecer aspectos como la educación, la salud y el acceso a la seguridad social.

En entrevista con La Jornada, mencionó que en el primer trimestre de 2020, antes de que se registraran los efectos de la pandemia de Covid-19, los niveles de pobreza laboral en el país –cuando el ingreso es insuficiente para alimentar a todos los integrantes de una familia– se ubicó en 35.7 por ciento de la población.

Salud y educación, afectadas

El punto más alto de ese indicador se dio en el tercer trimestre de 2020, cuando alcanzó 55 por ciento, para después bajar a 40.7 en el cuarto trimestre y llegar a 39.7 en el primero de 2021, a raíz de la reapertura de actividades económicas.

A pesar de la mejoría en dicho terreno, indicó el economista, “estamos cuatro puntos porcentuales por arriba” en relación con los inicios del año pasado, en particular porque hay entidades como Baja California Sur, Ciudad de México, Quintana Roo y Tabasco que no han logrado recuperar sus niveles previos de ocupación laboral.

Por otro lado, Cruz Marcelo adelantó que, de acuerdo con estudios recientes de Coneval, “sí hubo una acción de complementariedad” entre los programas sociales del gobierno federal –basados en el adelanto de transferencias monetarias y la ampliación de la cobertura de esos esquemas– y unos 667 programas de apoyo de los gobiernos estatales.

Sin embargo, pese a que dichos avances indican que en el último trimestre de 2021 México podría tener los niveles de empleo anteriores de la contingencia, “desafortunadamente habrá efectos estructurales de mediano y largo plazos” en aspectos como la salud, la educación y el acceso a la seguridad social.

Por tal razón, el Coneval planteará que en el Presupuesto de Egresos de 2022 se refuerce a las instituciones educativas para “recuperar la mayor cantidad de estudiantes que hayan tenido que desertar por aspectos económicos”, la cual, según datos recientes de la Secretaría de Educación Pública, asciende a un millón de alumnos de todos los niveles escolares.

Asimismo, dijo, los fondos del año entrante deberán enfocarse en concretar la transición hacia el Instituto de Salud para el Bienestar y en crear un “sistema de protección social robusto”, pues la falta de dicho elemento es una de las principales carencias de la población.