Ciudad de México. A 16 días de la desaparición de Tomás Rojo Valencia, activista y vocero de la etnia yaqui, en Sonora, las autoridades descartaron ya la línea de investigación basada en la “presión electoral”, una vez concluidos los comicios, “sólo queda la del crimen organizado”, coincidieron integrantes de la etnia y una fuente extraoficial.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) ha informado sobre búsquedas en territorio indígena, sin mencionar los avances.
Tomás Rojo salió de su casa en el pueblo de Vícam, el 27 de mayo pasado, y desde entonces el vocero étnico y líder social en las defensa de las tierras y el agua de la tribu yaqui no ha vuelto a su hogar, su familia interpuso una denuncia de desaparición forzada ante la FGJE, que aseguró que desde ese momento inició la búsqueda e investigación junto a la Comisión Nacional de Búsqueda.
En entrevista, miembros de la etnia señalaron que desde los primeros días de su desaparición, amigos y familiares de Tomás Rojo Valencia mencionaron dos probables indicios de su desaparición, el primero que la víctima fue secuestrada para ejercer presión en el tema electoral de Sonora y el segundo, que el crimen organizado ha orquestado una persecución contra los líderes para mantener control en la región.
“Aquí está claro que la delincuencia organizada se ha inmiscuido en los intereses de la etnia, saben que en nuestra tierra no entran la policía o la Guardia Nacional con los mismos derechos que en cualquier lugar, aquí viene y quieren controlar.
Luis Urbano era gente de Tomás y fue matado a balazos, ¡qué sospechoso!, ¿no?”, platicó el yaqui a La Jornada.
Conflictos por la defensa de los recursos naturales
Fuentes extraoficiales de la FGJE confirmaron lo anterior, pero aclararon que no se pueden revelar las líneas de investigación por protección al proceso e individuo desaparecido; asimismo, informó que se mantiene la búsqueda e investigación en coordinación con los tres niveles de gobierno.
Apenas el 8 de junio fue acribillado a balazos Luis Urbano Domínguez Mendoza, uno de los activistas que acompañaba a Tomás Rojo en las luchas por la defensa del agua y territorio indígena en el centro de Cajeme, donde quedó el cuerpo sin vida con varias heridas de bala.
En la historia reciente de la tribu yaqui destacan los conflicto con las autoridades estatales por la defensa de los recursos naturales de su tierra; con métodos de lucha que incluyen bloqueos a carreteras y vías de ferrocarril por parte de la autoridad tradicional, los yaquis protestan contra los proyectos que hasta el día de hoy continúan siendo objeto de controversia como el acueducto Independencia y el gasoducto Aguaprieta.