Ciudad de México. La supuesta división del mapa político del país -y especialmente de la capital- entre alcaldías a favor y en contra del actual gobierno, es una interpretación demasiado simplificada, e incluso con tintes “clasistas”, que pasa por alto que en todas las demarcaciones del país hay votantes de ambos lados del espectro electoral, y que en la gran mayoría de ellas la diferencia es muy estrecha, señalaron académicos universitarios.
Sergio de la Vega, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco, destacó en entrevista con La Jornada que para comprender de mejor forma la distribución real del voto en el país es necesario fijarse no sólo en qué partido quedó en primer lugar, sino la distancia que tuvo con el segundo puesto.
El experto en temas de pobreza y marginación, resaltó que en la gran mayoría de los municipios del país hubo márgenes de votación muy cerrados, incluso de “empate técnico”, con la excepción de algunos en donde los votantes se decantaron de forma muy clara por uno u otro partido.
Un ejemplo de lo anterior, dijo, es el distrito electoral 22, de la alcaldía Iztapalapa, donde según los datos revelados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del pasado 7 de junio, la alianza opositora PAN-PRI-PRD obtuvo 100 votos por cada 306 que obtuvo Morena. De igual manera, en el distrito electoral 15, correspondiente a la alcaldía Benito Juárez, el PAN obtuvo 334 sufragios por cada 100 que consiguió Morena.
Sin embargo, De la Vega recordó que incluso en esas demarcaciones la fuerza mayoritaria no anuló por completo a sus opositores, quienes tuvieron al menos una cuarta o quinta parte de los sufragios, y destacó que en las alcaldías consideradas “sin rezago” hay zonas con precariedad y viceversa.
Por lo anterior, si se revisan a detalle las llamadas áreas geoestadísticas básicas (Ageb) -determinadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)-, es posible notar que tanto en el lado oriente como en el poniente de la capital están “mezcladas” las colonias o regiones marginadas con las que no lo están.
Un elemento más que pocas veces se toma en cuenta es que hay distritos electorales en la Ciudad de México que están integrados por colonias de dos alcaldías diferentes, como es el caso del distrito 23, compuesto por algunas zonas de Coyoacán y otras de Xochimilco.
Pese a dicha complejidad, tras las elecciones del domingo pasado han surgido memes e interpretaciones con un tinte “proracismo” que insiste en ver el país escindido entre “fifís y chairos”, sin recordar que este tipo de divisiones ya estaban presentes desde hace muchos años, aunque se nombraran con otras palabras, y “las inventaron los del otro lado, no los de la 4T”.
Si bien con la llegada del actual gobierno comienzan a usarse los términos de ‘chairos’ y ‘fifís’, la división era previa. “Desde 2006, con el desafuero de (el entonces jefe de gobierno capitalino Andrés Manuel) López Obrador, gente de clases económicamente altas decían un chiste de mal gusto de que las Wiskas y él se parecían en que ‘8 de cada 10 gatos los prefieren’, aludiendo a una clasificación racista de las labores domésticas”, recordó.
Por su parte, Roberto Ramírez, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, coincidió en que es necesario estudiar los resultados electorales de forma más detallada, en vez de sólo concentrarse en el resultado final para una alcaldía o municipio.
“Cuando uno ve este mapa, vemos que quedó una conformación muy curiosa y hasta cierto punto polémica, que ha dado lugar a muchos memes, pero el territorio funciona de otra manera. No hay que verlo sólo por alcaldías, sino por colonias o manzanas, porque la gran mayoría de las alcaldías, o casi todas, tienen preferencias tanto por Morena como por la alianza opositora”, puntualizó.
Tras advertir que las interpretaciones simplistas “para lo único que sirven es para hacer memes y comentarios clasistas muy lamentables”, el académico hizo ver que en ambos lados del espectro partidista sigue habiendo discursos y actitudes de polarización, sin ningún tipo de autocrítica, que alimentan la idea de que en México hay bloques territoriales y sociales completamente homogéneos.
“Sí hay factores socioeconómicos y también preferencias arraigadas por el PAN o por la izquierda en algunas zonas, pero yo sí advierto más polarización en la ciudad, como la advierto en el país, y creo que es muy importante que haya una reflexión profunda” sobre las consecuencias de reforzar la narrativa de la división.
“Hay un discurso muy polarizante y de ahí derivan los memes, algunos de los cuales son muy simpáticos y mueven a la risa, pero otros también preocupan porque empezamos a ver cuestiones de segregación.
“Eso se traduce en los discursos de algunos políticos que dicen que el norte (de la República) es muy superior al sur, porque ‘el norte trabaja y el sur descansa’. Preocupa mucho este discurso de polarización y deberíamos de acabar con él para tender a lo contrario”, dijo.
Por lo anterior, Ramírez convocó a la clase política a acercarse a la academia para entender e interpretar de forma correcta estos temas.