Por los malos resultados electorales que tuvo el PRI, equiparables a la debacle de 2018, militantes de este partido demandaron ayer la renuncia de Alejandro Moreno tanto a la dirigencia nacional como a la diputación federal que obtuvo, y amenazaron con movilizaciones para lograr ese objetivo.
Destacaron que de las 15 gubernaturas en juego, el PRI gobernaba ocho y todas las perdió. También se quedó sin los 18 congresos locales que tenía y la mayoría de las diputaciones ganadas fue por la alianza con PAN y PRD.
A las afueras de la sede nacional del PRI, los inconformes pertenecientes a organizaciones adherentes, como el Colegio Profesional de Derecho, dijeron que su partido debe recuperar “el rumbo perdido por Moreno y su camarilla, cuyas acciones han generado pérdida de confianza y credibilidad en el tricolor”.
Nallely Gutiérrez, presidenta del Colegio Profesional de Derecho, consideró que los malos resultados son “consecuencia de la necedad de anteponer intereses personales por parte del líder en la postulación de candidatos y en la operación política”.
Luego de estimar que las cifras pueden compararse con la derrota de 2018, puntualizó que en el pasado proceso comicial el PRI no tuvo propuesta ni plataforma de partido que le diera mejor cara al instituto.
Reprochó que se desatendieron los reclamos registrados por el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, acusado de trata de personas, y se mantuvieron dirigencias ineficaces y desprestigias en los estados.