Si bien el gobierno de Estados Unidos que encabeza Joe Biden se ha pronunciado por fortalecer el apoyo a México y Centroamérica para responder a las causas estructurales de la migración, no puede quedarse sólo en ello y en paralelo tiene que habilitar canales regulares para que las personas que necesitan solicitar asilo lo hagan, destacó Álvaro Botero, coordinador de la Unidad de Refugiados y Desplazamiento Forzado de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
“No podemos seguir cortando el acceso al asilo a las personas que tienen que huir de sus países”, sostuvo en un conversatorio a distancia organizado por la Academia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario.
Destacó que la mejor manera de garantizar una responsabilidad compartida es brindar protección a las personas que lo necesitan y no solamente a través de asilo o figuras como la protección complementaria, sino también mediante otros canales regulares como visas de empleo, reunificación familiar y otros mecanismos.
Botero confió en que con el cambio de administración en los Estados Unidos “podamos estar más cerca de un enfoque de respuesta a la migración que vaya más en línea con las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y que permita una migración ordenada, segura y regular”.
Por su parte, Felipe González, relator especial sobre los derechos humanos de las personas migrantes de Naciones Unidas, resaltó que durante la pandemia de Covid-19 se agudizaron los problemas que de por sí ya enfrentaba este segmento de la población, como la criminalización, “fenómeno que tiene múltiples caras” y que pasa por la detención migratoria, que en el caso de América Latina no es tan fuerte como en Estados Unidos y en México.