Las elecciones del pasado domingo envían señales contradictorias a AMLO, a Morena y a la oposición. Por ello todas las partes pueden estar felices con los resultados. Lo más favorable para la 4T fueron las gubernaturas ganadas, muchas de ellas con candidatos impresentables; lo más inesperado fueron los resultados en la CDMX; ambos temas requieren un análisis por separado. Veamos hoy los resultados a nivel nacional. La única elección de carácter nacional fue la de diputados federales (DF). Me centraré en lo más importante para interpretar el mensaje de la gente: el número de votos y su distribución entre las coaliciones y partidos. Haré el análisis comparando los cómputos del PREP en 2021 (los únicos que tengo a la mano al comenzar a escribir) con los cómputos distritales para DF y para la presidencia en 2018. Los datos los presento en el cuadro. En 2018, AMLO obtuvo 30.1 millones (M) de votos, 53.2 por ciento de los 56.61 M de votos emitidos, pero para DF la coalición Morena-PT-PES obtuvo 25 M de 56.62 M, el 44.15 por ciento, 9 puntos porcentuales menos. Es decir, que 17 por ciento de quienes votaron por AMLO no lo hicieron por candidatos a DF de la coalición. (Ésta es una diferencia neta, pues algunos votantes habrían hecho al revés su voto cruzado). Lo que quiero destacar es que aun con el nombre de AMLO en la campaña y en la boleta presidencial, la población votó menos por la coalición que por AMLO. Los candidatos a DF de mayoría (por distrito) son personajes locales que algunos votantes pueden conocer y estimar o repudiar, al margen de su opinión sobre los candidatos presidenciales. Aplica en parte la lógica local, no sólo la partidaria. En la elección intermedia de 2021, en la cual el nombre de AMLO no estuvo en las boletas ni en las campañas (aunque sí en la campaña permanente de las mañaneras), habría entonces al menos dos razones para esperar una votación inferior a la presidencial por Morena y sus aliados: 1) la ya observada en 2018 de la menor votación por la causa partidaria que por la persona; 2) la ausencia del nombre de AMLO para empujar el voto. Sin embargo, AMLO y Morena plantearon esta elección como un referéndum a favor o en contra de la 4T. En 2021, según el PREP, que cerró con 96.35 por ciento de las casillas contabilizadas (véase cuadro), la coalición Morena-PT-Verde obtuvo 42.7 por ciento de los votos emitidos: 20.27 M del total de 47.46 M.
Los 30.1 M de votos por AMLO en 2018 fueron ahora sólo 20.3 M de votos por la 4T, 9.8 M menos que pueden descomponerse, primero, en una baja importante en la participación electoral. En 2018 fue de 63.2 por ciento y en 2021 de 52.7 por ciento. Un primer mensaje de la población: menos interés en la elección. A pesar del aumento en el padrón electoral de 89.1 M a 93.3 M (que podría estar sobreestimado por contener más muertos hoy que en 2018), los votos emitidos para DF bajaron de 56.62 M en 2018 a 47.46 M (9.16 M menos). Esto habría reducido en 3.9 M los votos por Juntos Hacemos Historia (JHH): 42.7 por ciento. Los 5.26 M restantes se explicarían por el voto cruzado por lógica local que observando los datos del cuadro significarían una baja relativa de 17 por ciento (de 53.19 por ciento por presidente y 44.15 por ciento por DF en 2018), o sea un efecto de 0.9 M de votos. El resto, 4.36 M se debe explicar como el voto de castigo. No es una cifra menor. El segundo mensaje de la ciudadanía es de descontento. Por todo ello, y porque ahora la oposición enfrentó las elecciones unida y no separada como en 2018, la ventaja absoluta en votos para DF de JHH fue de sólo 1.4 M respecto a Vamos por México (PAN-PRI-PRD) a pesar de que JHH incorporó al Partido Verde. Sin éste, que venderá sus votos parlamentarios al mejor postor, y dado que Movimiento Ciudadano (MC) es más un partido de oposición que de apoyo a la 4T, ésta habría perdido el referéndum, incluso contando los votos de los nuevos partidos como favorables a la 4T. Hasta aquí he llegado hoy en mi análisis. Falta actualizar datos con los cómputos distritales, analizar la distribución por entidades federativas del voto por DF, los triunfos de Morena en las gubernaturas (¿voto atrasado de castigo en estados gobernados por el PRIAN?) y la sorpresiva caída en la Ciudad de México de la 4T. Falta saber quiénes votaron por JHH y quiénes en contra (por sexo, edad, estrato social). Se puede avanzar desagregando geográficamente el voto, pero lo mejor sería contar con encuestas específicas. 20 M de votos de un padrón electoral de 93 M es la voz a favor de la 4T de 21 por ciento de los ciudadanos. Uno de cada cinco. No es para festejar.
¡El 10 de junio no se olvida!