El cantante y actor Óscar Schwebel perdió la noción del tiempo durante el aislamiento, pues su imaginación se desbordó y la pluma retomó historias para “cometer el acto más punk de su vida” al dar forma a su primera novela de ciencia ficción Los Hijos de Numo.
Así salió a la luz la faceta secreta de Schwebel como escritor, mediante su primera obra, publicada por la editorial BookBaby, la cual marcaría el inicio de una trilogía, y que ya está a la venta de forma digital y, a partir del 11 de junio, se podrá adquirir en físico.
Óscar Schwebel, quien, a la vez, participa de manera activa en OV7 y forma parte de la mesa de escritores que desarrollan la bioserie de esa agrupación, contó a La Jornada cómo surgió Los Hijos de Numo: “Desde ya chamaco escribía, porque mis hermanos y yo tuvimos la fortuna de que nuestro padre nos inculcara el hábito de la lectura; crecí entre libros, pero siempre estuve muy cercano a la literatura fantástica”.
Escribir era un refugio
De hecho, dijo, “me recuerdo a mí mismo, de niño y adolescente, escribiendo en pedazos de papel o servilletas. Este ejercicio, en realidad era un refugio, algo personal, sin que tuviera el fin de querer mostrarlo o compartirlo con alguien”.
Pero hace ocho años, prosiguió el autor, “comencé a escribir acerca de unos personajes con habilidades especiales, pero era de manera inconexa, no tenía el afán de otra cosa, sino de bordar ciertas características de tal o cual personaje. De pronto, el encierro me hizo visitar ideas que tenía plasmadas, entre ellas los paralelismos que había entre cada uno de los personajes; así comencé a entretejer una historia que los uniera, tuviera coherencia y líneas cronológicas en común”.
Schwebel confesó: “Sin duda es una nueva aventura, que me tiene ilusionado, entusiasmado y algo nervioso porque estoy pisando terrenos vírgenes, pero hay que atreverse a hacer cosas, en las cuales no pensábamos antes de la pandemia”.
El eje del texto, recrea un 1981 que comenzaba a evaporarse, cuando el conmutador de la policía chirrió sin parar. Entonces, un grupo de padres de familia reportaron “extraños comportamientos” entre sus pequeños. Habilidades paranormales que rompían toda regla establecida por la física convencional.
El rumor se regó y los niños cobraron notoriedad, incluso más allá de las fronteras. El gobierno entonces decidió actuar poniendo en marcha un programa para la investigación de dicho fenómeno: Los Hijos de Numo.
A propósito del título del libro, Schwebel contó que éste surgió pensando en su hijo quien “a sus tres o cuatro años tenía un amigo imaginario llamado Numo. Este nombre –dijo– ha sido un talismán para mí, pues en ese tiempo lo tomé prestado y se lo puse a una banda de rock, pero ahora casi 20 años después sigue siendo un amuleto, que me trae buena suerte”.
El también coreógrafo sostuvo: “En el libro, la moraleja sería aceptar que los seres humanos tenemos un potencial mucho más grande del que se nos ha dicho; que existe una contrafuerza, a la cual no le conviene que esto se sepa. Esto sucede en el texto; es la razón por la cual comienza una cacería encarnizada alrededor de los niños, a quienes quieren callar y no quieren que se sepa lo que ellos han descubierto”.
Bioserie de OV7
A propósito de la bioserie de OV7, donde forma parte del equipo creativo, comentó que trabajan a marchas forzadas debido a que la pandemia también detuvo los planes. “Es un reto seguir desarrollando el proyecto, el cual creemos está muy bueno; está escrito de una manera que dará mucho de qué hablar porque es una historia diferente, propositiva, que no se parecerá a nada de lo visto en las pantallas grande y chica”.