En los primeros 10 días de junio, siete mujeres fueron asesinadas con armas de fuego en distintos hechos ocurridos en colonias de Benito Juárez, Iztapalapa, Iztacalco, Gustavo A. Madero y Tláhuac, de las cuales seis murieron entre la noche del lunes y la madrugada de ayer, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana local.
A las 4:50 de ayer, los policías atendieron la alerta de disparos de arma de fuego en el departamento 204 del edificio B de la unidad habitacional Puerto Yavaros, en la calle Camino a San Juan de Aragón, colonia El Olivo, en Gustavo A. Madero, donde un hombre de 38 años asesinó a su pareja sentimental y a su hija de 13 años.
El sujeto fue identificado como Fortino Oswaldo García, originario de Guasave, Sinaloa, quien residía en la capital desde hace 11 años. Al parecer trabajaba en la Comisión Federal de Electricidad y llevaba un año de relación con la mujer, de nombre Xóchitl.
El 9 de junio, a las 21:35 horas, en Tlalpan y Fernando Coruña, colonia Álamos, en Benito Juárez, fue asesinada Paulina Arreola junto con su novio, identificado como Arturo Trejo, con quien se dedicaba a la venta de tenis.
Jerian Pérez –madre de la joven de 25 años– dijo a los policías que dos sujetos a bordo de una motocicleta blanca dispararon a su hija en diversas ocasiones.
La noche del 7 de junio, dos mujeres fueron asesinadas a balazos en su domicilio ubicado en las calles Campesinos y Trojes, colonia Minerva, en Iztapalapa, por varios sujetos.
En otro hecho, alrededor del medio día del martes, fue asesinada una mujer de 50 años en la calle Náhuatl, colonia Carlos Zapata Vela, en Iztacalco. El presunto homicida fue detenido por policías capitalinos en las inmediaciones de la Central de Abasto.
El 3 de junio murió una ejidataria por disparos de arma de fuego en la calle Mar de la Fecundidad, colonia Selene, segunda sección, en Tláhuac.
En tanto, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio llamó a las autoridades capitalinas a que se dicte auto de formal prisión a Jorge Humberto Martínez Cortés, conocido como El Matanovias, por el delito de feminicidio agravado cometido contra Yang Kyung Borrego, toda vez que existen datos suficientes que permiten presumir la existencia de la comisión de dicho ilícito.
Asimismo, garantizar la protección de la familia de Yang y de sus acompañantes y generar acciones de prevención y atención a casos de violencia contra las mujeres a fin de inhibir la prevalencia e incremento de este delito.
Las omisiones de las autoridades en el caso de Yang, ocurrido en 2014, al no investigarse como feminicidio desde un inicio, tuvo como consecuencia el asesinato de Campira Lisandra Camorlinga en diciembre de 2016, por el mismo agresor.
Señaló que sujetos como El Matanovias o los asesinos seriales son producto de un contexto de normalización e invisibilización de la violencia que favorece la impunidad, la falta de protección efectiva y el acceso a la justicia.