Una filtración de documentos del organismo encargado del cobro de impuestos en Estados Unidos puso al descubierto que los dueños de las mayores riquezas pagan al fisco apenas una fracción de lo que corresponde por los cientos de miles o miles de millones de dólares en que sus fortunas crecen cada año. La revelación, hecha por ProPublica, “destruye el mito fundamental del sistema fiscal estadunidense: que todos pagan la parte justa por sus ingresos y que los ricos pagan más”, indica la investigación.
De acuerdo con un análisis de ProPublica, el proyecto de periodismo de investigación sin fines de lucro más importante del país, las 25 personas más acaudaladas de ese país vieron aumentar su ganancia en 401 mil millones dólares entre de 2014 a 2018, según los reportes de Forbes. En el mismo periodo, pagaron 13 mil 600 millones en impuestos federales sobre la renta, según datos del Internal Revenue Service (IRS, encargado del cobro de impuestos) de Estados Unidos, que obtuvo de una filtración.
Estos números exhiben una tasa efectiva de 3.4 por ciento en impuestos federales sobre la renta para los grandes multimillonarios, por debajo del 14 por ciento que paga el resto de los contribuyentes en ese país. Un hogar promedio en Estados Unidos vio crecer su patrimonio neto en aproximadamente 65 mil dólares entre 2014 y 2018, principalmente debido al aumento en el valor de sus hogares, pero al reportar su ganancia en salarios pagaron de impuestos casi 62 mil dólares.
“Los multimillonarios no tienen que evadir impuestos exótica e ilícitamente, pueden evitarlos de manera rutinaria y legal”, resume la investigación de ProPublica. Se debe a que la riqueza de esas 25 personas acaudaladas viene del valor de sus activos, como acciones y propiedades, los cuales no están sujetos a impuestos a menos que se vendan. Es decir, las ganancias por la venta de activos están sujetas a impuestos; pero si un contribuyente no ha vendido nada, no hay ingresos, no hay impuestos.
El análisis muestra que quien más evitó impuestos fue Warren Buffett, que en público se promueve como defensor de mayores gravámenes para los ricos. De acuerdo con Forbes, la riqueza del multimillonario aumentó en 24 mil 300 millones entre 2014 y 2018. En el mismo periodo reportó ingresos por 125 millones de dólares y pagó 23 millones 700 mil en impuestos, lo que equivale a una tasa impositiva real de 0.1 por ciento, menos de 10 centavos por cada 100 dólares que agregó a su riqueza.
Jeff Bezos, el dueño de Amazon, no pagó impuesto federales en 2007, pese a que en ese año las acciones de Amazon se duplicaron. En 2011 incluso reportó pérdidas de inversión en su declaración de impuestos, lo que le valió un crédito fiscal de 4 mil dólares. En los cinco años comparados por ProPublica, el magnate vio crecer sus riqueza en 99 mil millones de dólares, reportó ingresos por 4 mil 220 millones de dólares y pagó 973 millones en impuestos. Eso equivale a una taza efectiva de 0.98 por ciento.
Michael Bloomberg vio crecer su riqueza en 22 mil 500 millones de dólares, reportó ingresos por 10 mil millones de dólares y, de acuerdo con los archivos del ISR, pagó 292 millones de dólares en impuestos, una tasa efectiva de 1.30 por ciento. En un comunicado, un portavoz del empresario justificó que con las donaciones hechas por “Mike”, éste terminó pagando en impuestos lo equivalente a 75 por ciento de sus ingresos anuales.
Las facilidades de evasión para los multimillonarios también beneficiaron a Elon Musk. El dueño de Tesla vio crecer su riqueza en 13 mil 900 millones de dólares de 2014 a 2018, reportó ingresos por mil 500 millones de dólares y pagó 455 millones de dólares en impuestos, lo que refleja una tasa efectiva de 3.27 por ciento, también lejos de lo que paga cualquier otro contribuyente en Estados Unidos.
ProPublica destaca que la manera en que está diseñado el sistema tributario de Estados Unidos, que grava con mayor peso el ingreso y no las rentas por capital o el patrimonio, han hecho que incluso los directivos de las grandes tecnológicas reduzcan su salario a lo que recibiría cualquier trabajador de clase media para pagar menos impuestos.
Los 25 estadunidenses más ricos reportaron 158 millones en salarios en 2018, según los datos del IRS. Eso sólo equivale al 1.1 por ciento de lo que enumeraron en sus formularios de impuestos como su ingreso total declarado. El resto provino de dividendos y la venta de acciones, bonos u otras inversiones, que están gravadas a tasas más bajas que los salarios.