El Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) reabre sus puertas al público presencial, después de un año y dos meses de estar cerrado como medida sanitaria contra el Covid-19. “La pandemia representó un momento de reflexión muy profunda en los museos, su sustentabilidad económica y cómo interactuar en un mundo herido”, reflexiona Amanda de la Garza, directora del recinto.
En conversación con La Jornada, comenta que “en un momento en el que el mundo vive una tragedia sanitaria, los museos no pueden ser templos alejados de la sociedad y de los problemas que le aquejan en un momento crítico”.
Cerrado desde el 23 de marzo de 2020, habrá un regreso cauteloso a partir del sábado, “con muchos cuidados y protocolos sanitarios. Poco a poco iremos normalizando las actividades”, anuncia en entrevista.
El MUAC recibirá a los visitantes al edificio en el Centro Cultural Universitario con la exposición Cien del MUAC, con “obras emblemáticas, relevantes por distintos motivos, que hacen un mapa de la producción artística contemporánea en México, origen de la colección”.
La antropóloga y curadora considera que es buen momento para reflexionar sobre el papel del MUAC, el cual tiene la vocación de difundir y preservar una colección pública de arte contemporáneo integrada por más de 2 mil 100 piezas de 300 artistas, que está en continua construcción, además de 52 fondos documentales.
El visitante se encontrará con piezas que no se han exhibido por la complejidad de su montaje o sus dimensiones. Por ejemplo, la instalación Drifting star, de Carlos Amorales, con cientos de piezas suspendidas en el espacio, “una colección grande, que ocupa ocho de nueve salas”. La acompaña un catálogo con textos que analizan la selección, publicación que en algún momento “será referencial” sobre este momento.
Otras dos propuestas se han preparado: la pieza sonora Hybrida, de Amor Muñoz, que desarrolla una especie de sensores que traducen la actividad de organismos biológicos en sonidos, y Desde el otro lado, videoinstalación de Chantal Akerman sobre la noción de frontera, la relación entre México y Estados Unidos, en específico Sonora y Arizona, que se había inaugurado antes del cierre.
“¡Seguros volvemos al MUAC!”, es la frase con la que se promueve el regreso a la vida presencial. Amanda de la Garza, quien confirma la alegría de este momento, pide cuidarnos colectivamente, ser pacientes, “entre todos hagamos que sea una visita agradable y segura con los protocolos que ya conocemos”.
A diferencia de otros recintos, donde se hace una cita para el día y hora de visita, el MUAC permitirá el ingreso de manera controlada para no superar el número de personas que pueden estar en cada una de las salas, que se suma al uso de cubrebocas, distribución de gel antibacterial y toma de temperatura. Por el momento, abrirá sólo de viernes a domingo, de 11 a 17 horas. El restaurante está cerrado, se cancelan actividades públicas y las visitas guiadas para no generar aglomeraciones.
El consumo cultural cambió, observa la directora del MUAC. Antes de la pandemia los proyectos virtuales eran reducidos, puntuales y esporádicos; las plataformas como redes sociales y paginas web estaban destinadas a difundir lo que ocurría en las salas con las exhibiciones o actividades paralelas.
Con los prolongados cierres, se implementaron nuevas dinámicas, “ahora hemos producido muchos contenidos ex profeso para consumo remoto”. El museo universitario seguirá con programación habitual, como la serie de podcast Hotel Abismo, tutoriales, conferencias en línea y la Sala 10, espacio abierto para exposiciones virtuales. Sin embargo, cambiará la periodicidad, pues el mismo equipo de trabajo que se volcó a la virtualidad ahora volverá a las actividades presenciales.
“El futuro de los museos es híbrido”, ya que los públicos de la virtualidad se comportan diferente, con otras dinámicas, una gran mayoría viven fuera de la Ciudad de México, incluso en otros países. “Se amplifica el acceso a actividades en las que antes sólo participabas si ibas al museo tal día, a tal hora. Y esta movilidad que da el mundo virtual se debe acoger y continuar”.