Madrid. Después de dos años de silencio impuesto por el escándalo de abusos sexuales en su contra tras las denuncias de varias cantantes y trabajadoras de auditorios, sobre todo en Estados Unidos, y por el confinamiento y su hospitalización por Covid-19 en Acapulco, México, el tenor español Plácido Domingo volvió a cantar en Madrid, su ciudad natal, donde ha sido aclamado en numerosas ocasiones, y ahora lo volvió a arropar como antaño con un largo y estruendo-so aplauso.
El público, entre quienes se encontraban la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el director general de Teatro Real, Ignacio García Belenguer, lo aclamó con un aplauso de varios minutos, que él recibió visiblemente emocionado.
Plácido Domingo ha vivido dos años turbulentos. A sus casi 80 de edad fue el protagonista de una denuncia pública de abusos y acoso sexuales por parte de varias mujeres que compartieron escenario o teatro con él a lo largo de su dilatada carrera. Una investigación de la agencia de noticias estadunidense Associated Press lo señaló como manipulador y extorsionador para conseguir favores sexuales. Ninguna denuncia se materializó en una investigación judicial o querella criminal, pero él fue apartado de todas sus responsabilidad musicales y públicas en Estados Unidos, donde sufrió la cancelación de todos sus contratos. Se convirtió en un “indeseable” después de haber sido uno de los grandes divos de la lírica.
Una vez que amainó el escándalo, Domingo se recluyó en su casa de Acapulco, en el país que siempre ha considerado su “segunda patria”. Durante la pandemia se enfermó de Covid-19 y tuvo que ser internado y ahora, ya recuperado, decidió volver a los escenarios para cantar en una gala de recaudación de fondos para la Cruz Roja y en la que lo acompañaron voces femeninas que han formado parte de su vida en las últimas décadas, como la soprano vasca Ainhoa Arteta, con quien ha compartido numerosos escenarios y libretos.
La Gala Voces Responden, en el Auditorio Nacional de España, contó con la participación de la Orquesta Clásica de Santa Cecilia, dirigida por Josep Caballé Domenech, y las voces de Nicholas Brownlee, Jorge de Leyn, Marina Monzón, María José Siri y Virginia Tola, así como la bailaora Lucero Tena y el guitarrista Pablo Sáinz-Villegas.
Durante la gala, Domingo interpretó algunos de los duetos, monólogos y arias que le han convertido en un mito de la historia de la ópera.