La Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos, que preside Helking Aguilar Cárdenas, exigió a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, la reapertura de sus locales y la reactivación de la vida nocturna en la capital, tras declararse el verde en el semáforo epidemiológico, “ya que este sector quedó relegado al olvido, la discriminación y a criterios moralinos por parte de la autoridad, a pesar de que es urgente su reinicio económico”.
Luego 15 meses de permanecer cerrados y a pesar de mesas de trabajo infructuosas con funcionarios del gobierno capitalino”, el consejo directivo de la agrupación reclamó “piso parejo para todos los sectores económicos, pues es inadmisible que haya avances en restaurantes, escuelas, teatros, cines y estadios de futbol y nosotros sigamos cerrados con pérdidas que superan los 100 mil millones de pesos, el cierre de 80 por ciento de establecimientos y la pérdida de 200 mil empleos directos e indirectos”.
En conferencia de prensa, Aguilar Cárdenas expresó su preocupación por la debacle económica de la vida nocturna en la ciudad, “ya que son seis alcaldías las que concentran 90 por ciento de esta actividad, la cual está impedida de abrir bajo amenaza de clausura, pero sí se detecta un aumento de comensales y consumo de bebidas alcohólicas en restaurantes de la CDMX y un alza en el número de fiestas clandestinas.
“El sector ha sido más que responsable desde que se registró la pandemia en México, pero la paciencia y tolerancia llegaron a su límite al no ver atención de ningún tipo por parte de la autoridad; de no ser atendidas las demandas del sector, habrá movilizaciones, plantones y bloqueos”.
Lo anterior responde a que a más de un año de estar cerrados,“ 80 por ciento de los negocios que existían antes de la pandemia han quebrado o cerrado y el sector no contó con soporte económico a ni condonaciones de impuestos o de pagos de derechos, mucho menos apoyos para los empleados que trabajan en el sector”.
Indicó que el programa Reabre jamás funcionó para el sector, y actualmente sólo operan 50 lugares en el esquema de bares-restaurantes, lo que indica que apenas 20 por ciento de los negocios sobrevive.