Los gobiernos de México y Estados Unidos “reforzaron su visión de una relación basada en el respeto mutuo” para enfrentar los retos binacionales y regionales, informó la Presidencia de la República al término de la visita a Palacio Nacional de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.
Además de la firma de un memorándum de entendimiento en materia migratoria, “con una visión humanista en común” que ordene el flujo de personas y haga frente a las causas estructurales del fenómeno, se alcanzaron acuerdos que pretenden relanzar el diálogo de cooperación económica de alto nivel, para septiembre próximo.
Según el memorando de entendimiento, la comunicación se hará a través la cancillería mexicana y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, con énfasis en apoyar a El Salvador, Guatemala y Honduras, con el fin de atender las causas estructurales de la migración irregular.
También, para impulsar la protección de los derechos humanos y laborales (Washington aumentará su contribución económica para apoyar la reforma laboral en México) y establecer un grupo operativo especializado en combatir el tráfico y la trata de personas, a través de un intercambio de información e inteligencia.
En seguridad, convinieron en organizar una reunión de alto nivel en fecha aún por definir.
La gira de Harris, primero por Guatemala y luego por México, está vinculada a la promesa del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de aplicar una política migratoria más humana. Con esa expectativa se hicieron los preparativos que incluyeron un amplio blindaje al perímetro de la Plaza de la Constitución y Palacio Nacional.
Antes del alba pudieron llegar hasta la parte posterior del inmueble integrantes del grupo 24F Coalición Vida y Libertad de Julian Assange. Colocaron mantas y fotografías del fundador de WikiLeaks. Exigieron no se le extradite a Estados Unidos.
Adentro de Palacio, el Presidente reiteró ante la prensa la importancia de atender las causas del fenómeno migratorio, “porque este tránsito irregular no se resolverá con medidas coercitivas”. La propuesta del mandatario es extender los programas sociales de su gobierno a los países del norte de Centroamérica y evitar así la migración por razones económicas, además de instar a su contraparte a conceder visas para trabajo temporal.
Al respecto, el canciller Marcelo Ebrard sostuvo que hay resultados que muestran el impacto directo de la transferencia de recursos a zonas específicas, con la reducción de la migración. “Eso sí está incluido en la conversación y vamos a ver a qué llegamos”.
Un par de minutos antes de las 10 de la mañana llegó Harris a la puerta principal de Palacio Nacional, donde ya la esperaba el anfitrión.
Pese a la extensa agenda y la abultada lista de compromisos bilaterales, en las redes sociales prácticamente sólo se habló de la anécdota registrada durante el protocolo de recepción, cuando el mandatario expresó a su invitada “Presidente Kabala, mucho gusto”. La funcionaria le respondió en español: “mucho gusto” y, luego en su idioma, manifestó su alegría por estar en México, la misma que mostró al conocer los murales y algunos pasillos y salones de Palacio Nacional, como el Tesorería, donde se realizan las conferencias mañaneras.
En el boletín de la Presidencia se mencionó que la reunión se traducirá también en atracción de inversión extranjera al país; en aprovechar los mecanismos del acuerdo comercial de América del Norte (T-MEC) e impulsar proyectos de infraestructura en el Ismo de Tehuantepec, entre otros puntos.
Más tarde, el jefe del Ejecutivo manifestó que el encuentro con Harris “fue trascendente, benéfico para nuestros pueblos y muy agradable”.