La Haya., Un gigantesco operativo internacional contra el crimen organizado permitió la detención de 800 personas, después de que se descifraron comunicaciones entre delincuentes que utilizaron sin saberlo teléfonos distribuidos por la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), anunciaron ayer agencias policiales.
La operación Escudo Troyano, relacionada con una plataforma de comunicaciones cifradas desarrollada por la FBI, incluyó operativos en 16 países. Más de 800 sospechosos fueron detenidos y se incautaron unas 32 toneladas de drogas entre cocaína, cannabis, anfetaminas y metanfetaminas, así como 250 armas de fuego, 55 autos de lujo y más de 148 millones de dólares en efectivo y criptomonedas.
“Escudo Troyano es un gran ejemplo de lo que puede lograrse cuando fuerzas de seguridad internacionales trabajan juntas y desarrollan herramientas investigadoras de vanguardia para detectar, interferir y desmantelar organizaciones criminales trasnacionales”, declaró Calvin Shivers, director asistente de la División de Investigación Criminal de la FBI, en una conferencia de prensa en La Haya.
La base para llevar a cabo las operaciones se planteó cuando agencias de seguridad desarticularon otras dos plataformas cifradas, EncroChat y Sky ECC. Eso dejó a bandas criminales que trafican con drogas y organizan negocios clandestinos en el mundo en busca de nuevos celulares seguros.
La FBI tenía justo lo que necesitaban. Una app llamada Anom que se instaló en celulares modificados.
“Había un vacío creado por una falta de estas plataformas cifradas”, explicó Shivers. “Eso creó una oportunidad de colaboración con nuestros socios internacionales, no sólo para desarrollar la herramienta concreta, sino también para desarrollar el proceso de recopilación de inteligencia y de distribución de la información”.
La app fue la base de Escudo Troyano, operación liderada por la FBI en la cual también participaron la DEA, de Estados Unidos, la Europol y grupos de seguridad de más de una docena de países.
Anom se fue haciendo más popular conforme corría la voz entre criminales de que era una plataforma segura. Durante 18 meses, la FBI proporcionó dispositivos cifrados a más de 300 pandillas en más de 100 países. Eso permitió a la policía seguir las conversaciones sobre robos, cargamentos de drogas y otras actividades delictivas.
La información reunida y analizada “nos permitió impedir asesinatos y llevó a la incautación de drogas y armas”, indicó el funcionario de la FBI.
Las autoridades en Australia y Nueva Zelanda comentaron ayer que habían asestado un gran golpe al crimen organizado después de que cientos de delincuentes fueran persuadidos para utilizar la app.