En México se producen poco más de 44 millones de toneladas de basura al año, entre las cuales encontramos residuos orgánicos, inorgánicos e inorgánicos reciclables. Anteriormente el país se enfrentaba a un sistema productivo lineal, en el cual los productos eran creados para ser desechados, sin embargo, a través de los años las empresas, gobiernos y sociedad, han impulsado una economía circular en la que los productos o envases pueden ser reciclados para tener más de una vida útil.
Actualmente diversas empresas del sector de Alimentos y Bebidas, en pro del medio ambiente, han optado por un modelo que va más allá del reciclaje como tal, sino que también contempla el diseño, creación e innovación de sus empaques. Pero ¿qué significa esto? Quiere decir que apuestan por reutilizar materiales a través de su recuperación y reciclaje para apoyar el medio ambiente.
Por ello, la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) se comprometió a recolectar y reciclar el equivalente al total de botellas que venda para el 2030, contribuyendo así a un Mundo Sin Residuos. Para ello, el proceso de acopio y reciclaje juega un rol fundamental, el cual comienza desde el disponer correctamente los envases, pasando hacia los centros de acopio, plantas de reciclaje y terminando en la creación de envases con materiales reciclados.
Todo un proceso tan grande e importante que empieza desde nuestras casas, ya que, en los centros de acopio se reciben los materiales valorizables, a través de las personas y vecinos de la comunidad que apuestan por el reciclaje. Posteriormente, se pesa el material, se separa, se define el costo de compra y se programa su recolección para ser trasladado a la planta de acopio.
Los camiones recolectores llevan a las plantas de acopio el PET, donde pasa por filtros de separación y se crean pacas para su traslado a las plantas de reciclaje como PetStar, la planta de reciclaje de PET grado alimenticio más grande del mundo y que forma parte de la IMCC.
Al llegar a la planta de reciclaje, el PET es ingresado y nuevamente pasa por filtros de selección y separación. Después de ello, es convertido en hojuelas y pasa por altas temperaturas para su transformación en pellets, los cuales son canalizados a las plantas embotelladoras, para la creación de preformas y estas son transformadas en nuevas botellas a través de la inyección de aire caliente, ¡listas para ser reutilizadas!
En este sentido destaca el trabajo que ha desarrollado la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), a través de PetStar, en alianza con Fundación Dibujando un Mañana para impulsar su Centro de Desarrollo Integral Comunitario (CEDIC), el cual tiene como propósito mejorar las condiciones de vida de hijos de las personas que se dedican a la recuperación de residuos, proveyendo servicios de educación, alimentación y atención médica.
“Yo estoy tranquila trabajando, porque sé que en el CEDIC me los cuidan y les dan de comer; ayudan a muchas personas como yo. Me ha servido mucho, tanto a mí, como a mis hijos”, Adriana Málaga Almazán, recolectora de residuos.
La Industria Mexicana de Coca-Cola, en alianza con PetStar, IMER y ECOCE, se han sumado a la iniciativa de disminuir los residuos del planeta, impulsando la inclusión social y el desarrollo de las comunidades mexicanas.
Todos podemos ser parte de este movimiento, con tan solo vaciar, aplastar, cerrar y depositar nuestras botellas correctamente, estamos haciendo un gran cambio en beneficio de nuestro planeta.