En los pasados tres años y medio seis empresas dejaron la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y se prevé que otras cinco lo hagan en los próximos meses, y ninguna ha entrado a cotizar sus acciones.
El mercado accionario vive una sequía de 42 meses sin ofertas públicas iniciales (IPO, por sus siglas en inglés), las cuales representan una opción para las empresas para recaudar capital, el cual es típicamente empleado para financiar inversión o mejorar el nivel de apalancamiento.
Al mismo tiempo, la entidad bursátil registra una tendencia de abandono por parte de las emisoras como reflejo de las bajas valuaciones, la caída del precio de las acciones, los costos que conlleva ser una empresa pública y, también, a los cambios en el control de las compañías.
Luis Preciado, socio de KPMG en México, líder de soluciones de asesoría en riesgos y mercados de capitales para México y Centroamérica, explicó que existen múltiples razones por las que una compañía decide deslistar sus acciones de los mercados de valores en general.
“Temas asociados a la expansión o reestructuración de negocios, mediante transacciones como fusiones, adquisiciones o escisiones; baja operatividad de los títulos accionarios o continua presión y costos asociados para un cumplimiento puntual con requerimientos regulatorios y con los estándares mínimos financieros”, describió Preciado.
Se reduce la familia
En diciembre de 2017 salió de la BMV el Grupo Industrial Maseca, le siguieron: First Majestic Silver, Grupo Casa Saba, Grupo Financiero Interacciones, Citigroup y Rassini. La semana pasada, General de Seguros anunció que dio inicio al proceso de desliste de sus acciones representativas del capital social en la BMV. Apenas hace dos semanas Grupo Lala anunció su intención de dejar el mercado. Por su parte, Santander España quiere adquirir a su filial mexicana para cancelar el listado de sus acciones.
Otras empresas que han iniciado sus procesos de salida de la bolsa son Bio Pappel; Grupo Monex y Farmacias Benavides, entre los más sonados. La empresa iEnova se deslistó, pero en su lugar cotiza Sempra Energy.
El mercado accionario mexicano es sensible a diferentes entornos de riesgo y ha visto mermado el apetito de inversionistas por el entorno geopolítico que vive actualmente el país, el cual se ha visto exacerbado por el impacto de la pandemia, aseveró el especialista de la firma de auditoría KPMG.
Para Jorge Sánchez, director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), el mercado de valores es muy pequeño porque falta demanda para colocar IPO.
“Esperemos que el clima de inversión mejore para ver si más empresas quieren listarse, antes de la pandemia había poco interés y ahora con el actual clima se ve difícil”, prevé Sánchez.