De cara a un debate en el que las 20 economías con mayor influencia en el mundo discutirán la entrada de un impuesto mínimo a sociedades, México incrementó 10 veces su recaudación a empresas extranjeras durante el año pasado, al introducir impuestos a plataformas digitales desde junio de 2020.
Los informes Tributarios y de Gestión del Servicio de Administración Tributaria (SAT) exhiben que los ingresos provenientes de empresas con domicilio fiscal fuera del país sumaron 6 mil 40 millones de pesos en 2020, lo que implica un aumento de 915 por ciento en términos nominales.
Un año atrás, en 2019, las empresas extranjeras entregaron al fisco 595.1 millones de pesos, menos que cualquier sector registrado en el país. Incluso su pago de impuestos fue 22 veces menor a lo pagado por las firmas dedicadas a la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, las cuales –como proporción del producto interno bruto– equivalen a dos terceras partes de lo que representa la economía digital, muestran datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Tras años de un debate sobre el cobro de impuestos a empresas trasnacionales –cuyos avances en el marco inclusivo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fueron entorpecidos por la administración del ex presidente de Estados Unidos Donald Trump– hay un proyecto de gravar con 15 por ciento mínimo a las grandes corporaciones.
El fin de semana, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Japón, Alemania y Estados Unidos –que integran el G-7– pactaron promover ese impuesto mínimo, un acuerdo que calificaron de “histórico”, el cual será llevado como propuesta a la reunión del G-20 el próximo mes. Organizaciones internacionales han advertido que la propuesta es un avance para limitar la presencia de paraísos fiscales, pero la tasa de 15 por ciento es insuficiente para hacer más equitativo el reparto de ganancias.
El subsecretario de Hacienda en México, Gabriel Yorio, ya había hablado de llevar la estructura tributaria a la creciente economía digital y –en declaraciones recogidas por la agencia Reuters– comentó que se adherirá al proyecto del G-7, cuando se presente en el G-20, con miras a introducir este gravamen en el paquete económico de 2022.
El SAT reporta que hasta abril pasado, 101 empresas prestadoras de servicios digitales se han registrado en su listado de residentes en el extranjero sin establecimiento en el país. Entre esas firmas que recién se dan de alta para pagar impuestos en el país se encuentran Airbnb, Amazon, Apple, Bloomberg, ClaroVideo, Facebook, Google, Microsoft, Nintendo, Spotify, Twitter, Uber y Zoom, por mencionar algunas.
Propuesta complicada
Patricia Rodríguez, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, detalló que el acuerdo sí puede calificarse de “un avance”, porque anteriormente no se aceptaba la discusión.
Explicó que sólo con el incremento de deuda que trajo la pandemia de Covid-19, frente a las ganancias de la empresas tecnológicas en ese periodo, pudo avanzar este debate. Sin embargo, la propuesta técnicamente es muy difícil y aún falta que se discuta en el G-20 y en la OCDE, agregó.
Consideró positivo que esté a discusión el impuesto mínimo a corporaciones, pero la tasa de 15 por ciento es muy baja. Irlanda, que está listado como paraíso fiscal, cobra 12.5 por ciento y, como resultado, 64 por ciento de sus ingresos tributarios vienen de multinacionales.
Rodríguez agregó que México se verá beneficiado de un acuerdo global para gravar a las trasnacionales, porque esto implicará una simplificación administrativa. Actualmente, el país tiene 59 tratados con otras economías, a través de los que negocia la doble tributación.