Al cierre del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE), con 96 por ciento de las casillas capturadas, la coalición Juntos Hacemos Historia y Morena por separado mantenían la ventaja en 183 distritos electorales de los comicios para diputados federales, consolidando su presencia en las entidades con mayor rezago social en el sureste. Esta combinación les permitió obtener el “carro completo” en nueve entidades del país.
A pesar del resultado positivo que les asegura la mayoría simple en San Lázaro para la próxima Legislatura, significó un importante retroceso respecto a los distritos ganados en la elección de 2018, amparados entonces en la ola obradorista que alcanzó la Presidencia. En aquel año, los partidos que integran la coalición se alzaron con la victoria en 226 (sumadas las cinco curules ganadas por mayoría relativa del Partido Verde, que si bien contendió con otra coalición se sumó a la alianza legislativa).
Esto es, el saldo entre ambos comicios refleja un retroceso de Juntos Hacemos Historia, pues cedieron 43 de mayoría relativa ganadas en 2018, derrotas que provocaron la pérdida de la mayoría calificada para la Legislatura 65.
Factor fundamental en este desempeño fue el comportamiento del electorado en la capital del país: si en 2018 obtuvieron el triunfo en 23 de los 24 distritos electorales, reflejo de la hegemonía de la izquierda desde hace 24 años, para 2021 la oposición les arrebató 12 distritos.
Al revés en la capital se suman derrotas en los municipios mexiquenses de la zona conurbada, donde Morena y sus aliados cedieron también terreno al perder 13 de los distritos que ganaron en el estado de México en 2018.
Otras entidades donde Morena y la coalición también retrocedieron de forma importante en las diputaciones federales fueron Nuevo León, con derrotas en cinco distritos que ganaron en 2018, y Michoacán, con seis distritos con el mismo comportamiento.
En Aguascalientes y en Querétaro, entidades de fuerte dominio del Partido Acción Nacional, la coalición se fue en blanco, a diferencia de lo ocurrido en 2018, donde incluso en esos estados le arrebataron un distrito. En otros estados con gobiernos panistas, Morena logró importantes victorias: en Tamaulipas ganó seis de los nueve distritos federales en disputa, en Guanajuato sólo uno de 15, mientras en Yucatán obtuvo la victoria en dos de los cinco distritos, a pesar de que su votación en la entidad fue baja.
En contraste, Morena logró consolidar su dominio abrumador en nueve estados, principalmente en el sureste del país. En Baja California, Baja California Sur (con gobierrno del PAN), Campeche, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Sinaloa y Sonora, ya sea en solitario Morena o como parte de Juntos Hacemos Historia, se obtuvieron la totalidad de los distritos federales en juego en esas entidades.
De los 183 distritos electorales por estos partidos, por sí solo Morena ganó 64, el Partido Verde Ecologista sólo logró un distrito en San Luis Potosí y el Partido del Trabajo se fue en blanco. Los 118 restantes los obtuvieron como coalición.