Ciudad de México. La contienda del domingo fue entre dos proyectos de país y el pueblo “reafirmó” su respaldo en favor de la política de transformación, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. “Si a eso se añade el resultado, que va a favorecer el que continúe la transformación de México, pues se pueden imaginar cómo estoy: feliz, feliz, feliz”, expresó.
En su análisis postelectoral realizado ante la prensa, dijo varias veces que está contento, pero dejó en claro que esto no debe verse como triunfalismo, sino como reacción al manifiesto de los mexicanos, de querer vivir con democracia y sin violencia.
GALERÍA: Jornada electoral con una gran participación ciudadana.
A sus adversarios les espetó que no pudieron derrotarlo, aunque lo volverán a intentar el año próximo en la consulta de revocación de mandato. “Ni modo, lástima fifí; lástima, Margarito, pero al revés”.
Por ahora, Morena y sus aliados, incluido el Partido Verde, dijo, tendrán holgadamente la mayoría simple en la Cámara de Diputados, con hasta 280 curules (con plurinominales), para garantizar la aprobación del presupuesto y la continuidad de los programas sociales, en especial para los más pobres.
Refutó así la versión de analistas, de que el partido guinda perdió la “mayoría absoluta” en el Legislativo.
En principio, expuso, ese término no existe, sino el de “mayoría simple”. “Y ¿qué es eso?, la mitad más uno (del total de diputados) que es lo que hemos tenido y vamos a seguir teniendo”.
Lo otro, añadió, es la “mayoría calificada”: dos terceras partes de la votación en el Congreso, indispensable para aprobar reformas constitucionales.
Al inicio, el Presidente agradeció a los ciudadanos por su alta participación en estos comicios intermedios, a los que calificó de libres, limpios e históricos, porque no intervino el Estado y las diferencias se dirimieron por la vía electoral. “Fue realmente un triunfo de la democracia”.
Mencionó que la gente se portó muy bien: “Los que pertenecen a la delincuencia organizada, en general bien, muy pocos actos de violencia; se portó creo que más mal la delincuencia de cuello blanco, pero no se pasaron de la raya y tampoco alteraron en lo fundamental los resultados”.
El mandatario presentó el registro de víctimas de homicidios; en tres días fueron denunciados 209 asesinatos: 58 el viernes pasado, 70 el sábado y 81 el día de la elección, “menos de 70 por día, cuando traíamos un promedio de 85-90 diarios”.
Al entrar en materia exhibió cifras del INE y pidió a los reporteros ayudarle a hacer cuentas: “¿Cuánto da? Morena, 65 distritos por sí mismo y con la alianza del Verde y el PT, 184, de 300, equivalente a 61 por ciento, cinco puntos menos para alcanzar la mayoría calificada. Entonces, esto posiblemente sea más de lo que teníamos”.
Un reportero le preguntó si el resultado de las elecciones intermedias no eran un castigo para su partido, por el manejo de la pandemia o la tragedia del Metro.
López Obrador le insistió en que Morena no retrocedió, puesto que en 2018 tampoco habría tenido por sí solo la mayoría simple, es decir, sólo con los aliados pudo tenerla.
Sin embargo, lamentó la insistencia de los comentaristas y la difusión de expresiones apostando, como dijo Goebbels, a que si las mentiras son repetidas muchas veces pueden convertirse en verdad.