Managua. Un tribunal de Nicaragua ordenó ayer prisión preventiva por 90 días contra el precandidato presidencial Arturo Cruz, investigado por la fiscalía por delitos de “provocación” y “conspiración” contra el país, informó el Ministerio Público.
El juzgado quinto de distrito penal de audiencias de Managua tomó esta decisión en respuesta a una solicitud de la fiscalía, que requirió más tiempo para investigar a Cruz por los delitos de provocación, proposición y conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional.
La fiscalía pidió prisión preventiva porque “existe la probabilidad de que el investigado pueda obstaculizar el proceso”. El abogado del político acusó que no estuvo presente durante la audiencia.
Cruz, quien fue embajador del gobierno de Daniel Ortega en Estados Unidos entre 2007 y 2009, fue detenido el sábado en el aeropuerto de Managua cuando volvía de Washington.
Los cargos contra Cruz, académico de 67 años, quien anunció hace dos meses su intención de ser candidato a la presidencia, están contemplados en la ley de Defensa de los Derechos del Pueblo y Soberanía, aprobada en diciembre.
Tres días antes de este arresto Cristiana Chamorro, quien también aspira a contender en los comicios presidenciales, quedó bajo arresto domiciliario acusada de presunto lavado de dinero a través de la fundación que lleva el nombre de su madre, la ex presidenta Violeta Barrios.
Chamorro, de 67 años y quien no milita en ningún partido, expresó su intención de representar a la oposición como candidata única en enero.
Sondeos indican que entre una decena de postulantes al cargo, Chamorro es la que obtiene mayor apoyo ciudadano después del presidente Daniel Ortega, con 14 años en el poder y quien, según sus adversarios, buscará en las elecciones del 7 de noviembre un cuarto mandato sucesivo.
Mientras, la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, en su alocución ante medios afines al gobierno, sin mencionar los nombres ni los procesos penales, llamó “malos hijos” de Nicaragua a los opositores.
La Alianza Ciudadana por la Libertad (CXL–derecha), que se perfila como la opción opositora para enfrentar al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN–izquierda), rechazó las acciones contra los dos precandidatos presidenciales.